Diferencia entre revisiones de «Ciclo de Hainish»

Última revisión de 11:44 23 abr 2022

El Ciclo de Hainish (también conocido como Ecumen, Saga del Ecumen o Ekumen) es un conjunto de novelas y relatos de Ursula K. Le Guin que describen un universo de ciencia ficción propio.

Estas novelas entran dentro de lo que se denomina ciencia ficción blanda. En ellas Le Guin no especula acerca de descubrimientos científicos o desarrollos tecnológicos (campo habitual de la ciencia ficción dura) sino acerca de las posibilidades de comunicación y las consecuencias de encuentros entre sociedades culturalmente distintas y, en ocasiones, con brechas tecnológicas insalvables (temas más propios de las ciencias sociales, como la antropología y la sociología).

Los mundos que describe están habitados por razas extrañas, con costumbres y tradiciones muy diferentes entre sí. Por este motivo, a menudo los personajes tienen dificultades para entenderse. El contacto entre especies y culturas es difícil. A menudo los problemas surgen porque un personaje ofende o molesta a otro sin ser consciente de ello, o porque un personaje no informa a otro de algo que da por supuesto pero que fuera de su cultura no lo es.

Contexto histórico:

El Ciclo de Hainish comienza en nuestro pasado. Los habitantes de Hain (los Hainish) colonizaron muchos mundos, entre ellos la Tierra. Aunque estos mundos son lo bastante similares entre sí como para que los habitantes de uno puedan pasar por nativos de otro, en ocasiones los Hainish se valieron de la ingeniería genética para modificar a los habitantes de determinados mundos. El motivo de estas modificaciones (lograr una mayor adaptación, experimentación sexual o alguna otra) es desconocido.

Tras el colapso de la civilización Hainish los mundos colonizados olvidaron su pasado (este sería el estado de nuestra Tierra actual).

En el futuro algunos de estos mundos (en concreto, el de los cetianos) volvieron a descubrir los viajes espaciales a velocidades cercanas a la de la luz, por lo que los mundos volvieron a encontrarse.

Este nuevo contacto tuvo lugar en dos fases: En la primera se habla de la Liga de los mundos (en Los desposeidos -1974- la liga tiene nueve mundos, en Ciudad de ilusiones -1967- cerca de ochenta). En esta primera fase hay una guerra entre la liga y otros mundos (esta guerra es el desencadenente de la historia en El mundo de Rocannon -1966-). En la segunda fase los mundos se han unido en lo que se denomina el Ecumen.

Cronología interna de la saga:

Existe una triple cronología en el ciclo de Hainish. La primera columna data los hechos según el calendario gregoriano terrestre elaborado por Ian Watson. La segunda columna data a partir de la creación de la Liga de los Mundos, aproximadamente en el año 2350 de nuestra era. La tercera columna, data a partir de la creación del Ecumen, en el año 3379 de nuestra era.

La cronología propuesta por Watson, aunque coherente en general, no deja de ser problemática en ocasiones y parte de la asignación más o menos arbitraria del año 2300 del calendario gregoriano como la fecha en la que ocurren los acontecimientos narrados en Los desposeídos (1974). Watson se basa para esta datación en la descripción que se hace de la Tierra, que ha caido en el colapso ecológico y social por sobreexplotación, del cual la Tierra ha sido rescatada por la llegada de los hainianos.

La propia Le Guin relativiza la validez de esta y otras cronologías propuestas, y advierte que su universo no fue meticulosamente planeado, sino más bien al contrario: la dilatación temporal de los viajes NAFAL introduce, de manera deliberada, enormes huecos en la historia, de cientos o miles de años, y la información resulta parcial, imprecisa.

Contexto tecnológico:

La tecnología no es, ni mucho menos, el eje de las novelas. El contacto entre la Liga o el Ecumen con los pueblos que no forman parte de ella es pacífico y no intrusivo. Los visitantes (una mezcla de exploradores, antropólogos y embajadores) apenas emplean su propia tecnología en los mundos que exploran, más allá de las naves con las que llegan o determinados trajes defensivos.

La principal tecnología, dado que permite la cohesión del ecumen gracias a la comunicación efectiva, es el ansible. Cronologicamente, dentro del ciclo, la idea ya se mencionaba como posible en Los desposeidos, gracias al trabajo de Shevek, antes incluso de la formación de la Liga de los Mundos, y es un invento de reciente creación en El nombre del mundo es bosque (1976).

El otro baluarte del Ecumen, el viaje a velocidades cercanas a la luz, es posible gracias a las naves NAFAL (Nearly As Fast As Light) de los cetianos. Aunque los viajes pueden durar horas, semanas o meses en el tiempo subjetivo de los viajeros, para los que se quedan en tierra ese tiempo puede alargarse varios años.

Basado en el ansible, posteriormente se propone una teoría (teoría de Churten) que parece posibilitar de mover una nave espacial de manera instantánea, pero se encuentran efectos colaterales, descritos en los relatos The Shobies' Story y Dancing to Ganam (las mercancías sí pueden viajar más rápido que la luz, pero no los seres vivos).

También basado en el ansible parece existir un arma mortífera que puede atacar un mundo distante de manera inmediata, mencionada en Ciudad de ilusiones y usada en El mundo de Rocannon, por lo que la tecnología de enviar materia más rápido que la luz sería conocida desde pocos siglos después de la invención del ansible; posiblemente, su alto coste la relegue a ser utilizada sólo excepcionalmente.

Cronología en su escritura:

Los tres primeros libros escritos -El mundo de Rocannon (1966), Planeta de exilio (1966) y Ciudad de ilusiones (1967)- conforman una trilogía que sirve de semilla para el resto de este universo personal.

Son historias que, aunque ya marcan las características de la ciencia ficción de Le Guin (cierto “lirismo antropológico”) tienen un corte más clásico, desde su estructura hasta el desarrollo de motivos y personajes.

Son tres historias lineales, sujetas a planteamiento nudo y desenlace y protagonizadas por personajes arquetípicos, heroicos rozando lo trágico, pero también depositarios de un saber científico superior en un mundo primitivo.

Rocannon es un etnólogo que ha perdido a todos sus compañeros de expedición en un ataque súbito. Su perseverancia, inteligencia y benevolencia conseguirán, sin embargo, devolverle a la preeminencia: derrotará a sus enemigos, muy superiores, a través de un viaje de aventuras en un mundo hostil, acompañado de aliados autóctonos que le seguirán como un líder.

Un esquema similar tenemos en Planeta de exilio. Jacov Alterra es un joven líder de los colonos supervivientes abandonados en un planeta primitivo y a las puertas de un duro invierno. Pese a todo llevará a la victoria y a la salvación a su gente y a los bárbaros aliados, legitimando su amor por una de ellos en el camino. Pérdida, amor, redención y compañerismo. Y la temática del héroe solitario y trágico emprendiendo un viaje de autodescubrimiento a través de naciones de tribus primitivas se repite, con sus particularidades, en la tercera novela, Ciudad de ilusiones.

Las tres novelas, pese a este clasicismo, muestran ya una cuidada prosa y una especial atención a las relaciones humanas, a la interacción social. Las metáforas y las descripciones son sencillas a la par que hermosas, los planteamientos sociales son inteligentes y mueven a la prospección.

Con estas tres obras, además, Le Guin da forma sólida a un contexto, un mundo común que le permitirá desarrollar historias de mayor alcance en obras posteriores, pudiendo considerarse el cuarto libro publicado dentro de este ciclo, La mano izquierda de la oscuridad (1969), como la cumbre de su narrativa de ciencia ficción y la obra que ya dejaba establecidas las características de sus temáticas y su escritura.