Diferencia entre revisiones de «¡Embustero!»

Revisión de 21:21 19 ene 2025

Isaac Asimov (1941)

¡Embustero! es la quinta historia de la antología Yo, robot, y la primera escrita por Asimov en la que aparece la doctora Susan Calvin con un papel protagonista.

En su edición conjunta en la antología Yo, robot (1950) el relato viene precedido por unos pocos párrafos que nos devuelven a las notas del periodista que está realizando la entrevista a la anciana doctora Calvin, a punto de retirarse, que busca alguna historia jugosa sobre problemas que hayan dado los robots en la Tierra. Al principio reluctante, la doctora contará un caso de juventud.

Sinopsis:

Al poner en funcionamiento el nuevo modelo de la serie RB, RB-34, alias "Herbie", se descubre que este tiene unos inusitados poderes telepáticos. Hasta que se sepa qué es lo que ha podido suceder durante la fabricación, se decide mantener en incidente en secreto entre un reducido grupo de directivos de la sección de investigación: el director Alfred Lanning, su segundo al mando, Peter Bogert, Milton Ashe, un joven empleado encargado de las operaciones de montaje, y Susan Calvin.

Tratando de averiguar lo sucedido, varios de ellos se entrevistarán con Herbie.

Pero Herbie es capaz de leer sus mentes y no dudará en facilitarles las respuestas que sabe que les harán más felices, al margen de si son ciertas.

El relato:

Se trata de un relato sencillo y dinámico que tiene varios puntos interesantes en relación a la saga de las Historias de robots. Para empezar, ofrece una visión de una Susan Calvin más joven, de treinta y ocho años, y menos cerebral que el imperturbable personaje maduro que queda establecido en el canon. En la historia de Herbie encontramos un atisbo a su personalidad retraída, insegura ante el sexo opuesto y que se deja manipular por un alcahuete.

También es una nueva incursión en el tema de la telepatía, algo frecuente en la obra temprana de Asimov (por ejemplo, en Un guijarro en el cielo, 1950)y que, a la postre, será esencial en toda el ciclo de Trantor, como lo demuestra su papel esencial en El Mulo (1945) y en toda la saga de la Fundación a partir de ese momento.

De hecho, el incidente de Herbie será mencionado en Los robots del amanecer (1983), marcando uno de los lazos que permitirán a Asimov enlazar definitivamente la saga de los robots con el imperio galáctico.