Padmé Amidala
Padmé Amidala es uno de los personajes de la Saga de Star Wars, madre de Leia y Luke Skywalker.
Su primera aparición es en el llamado Episodio I, La amenaza fantasma. Su papel como reina del planeta Naboo es más decorativo que funcional.
No puede ser catalogada como dama en apuros sin realizar amplias matizaciones. Su vida puede estar amenazada, pero la extirpación de cualquier interés amoroso entre ella y el héroe protagonista hacen que el rol de bella dama que necesita ser rescatada no funcione satisfactoriamente.
Parece evidente que la intención de George Lucas era la de reeditar el personaje de la princesa Leia y a ello contribuye definitivamente el parecido físico, edad y belleza de ambas actrices (Natalie Portman y Carrie Fisher). Sin embargo, la ciega obsesión de Lucas por los efectos especiales le hizo olvidar aspectos fundamentales en la elaboración de los personajes.
Mientras que Leia representa un tímido intento de emancipación de la mujer en el género de la Space Opera, Amidala es un decepcionante paso atrás. Leia es emprendedora y vital, capaz de empuñar un arma y de hablar de tú a tú con sus supuestos salvadores. Amidala, por contra, es poco más que un estereotipo vacío, una reina títere, dulce y -si se quiere- un poquito abrumada por la magnitud de las responsabilidades que recaen en ella.
Al carecer de partenaire sentimental, su rol de dama en apuros es poco creíble. Al ser una anacrónica reina en un supuesto planeta avanzado democráticamente, su papel como estadista queda en entredicho. Lucas tan sólo es capaz de sacar provecho de la gran belleza de Portman y nada de sus cualidades interpretativas.
Y es que Lucas no tenía en mente ninguna historia cuando empezó a rodar esta trilogía previa, un lamentable error que sufrieron los aficionados. Tal es el fiasco del guión, basado en estereotipos deficientemente implementados que incluso se puede entrever una confusa tensión sexual que emana de esta magnífica actriz pero que no se sabe hacia quién se dirige. ¿Al sacerdotal Obi Wan Kenobi? ¿O es más bien una inclinación pedófila hacia el infantil Anakin Skywalker?
Esta fuerza desaprovechada y mal dirigida podría haber dado ambiciosos argumentos en películas que retratasen amores proscritos, pero la torpeza de Lucas apenas le permite emborronar un par de secuencias. Posteriormente, tratará de aprovechar esta pulsión en las dos siguientes entregas, a las que trató de proporcionar un poco más de subestructura argumental. Una chapuza que maquilla burdamente los defectos de la primera entrega, donde quedó definido el personaje.
| Saga de Star Wars (Obras canónicas de cine y televisión) | ||||
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Segunda trilogía |
Trilogía original |
Tercera trilogía |
Otras películas y spin offs: |
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(1): Sucede entre los episodios II y III. (2): Sucede entre los episodios III y IV. (3): Sucede entre los episodios V y VI. (4):Sucede entre los episodios VI y VII. | ||||
