Precognosciencia
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La precognosciencia o precognición, del latin praecognitĭo, es la habilidad de poder conocer los hechos futuros.
Al igual que la telepatía y otros poderes psíquicos, la precongnosciencia fue habitual en la ciencia ficción de los años '40 y '50, influida tal vez por los dudosos experimentos de J.B. Rhine, en la universidad de Duke en Carolina del Norte, relacionados con la percepción extrasensorial (PES -ESP en inglés- o, más tarde, PSI).
Sin embargo, y a diferencia de la telepatía, no se encontrado una posible especulación científica que pudiera servir de base para legitimar el uso de la precognosciencia en los relatos, por lo que ésta ha sido relegada a historias que tienen más de terror o fantasía que de ciencia ficción tal y como aquí la entendemos.
Pese a ello, la precognosciencia ha servido de base para relatos muy destacados, siendo incluso el eje fundamental de la que ha sido a menudo considerada la mejor novela de ciencia ficción, Dune (1965) de Frank Herbert. Y en cierta forma, también es la base de la serie más conocida, la trilogía de la Fundación, de Isaac Asimov.
Como poder:
Como se ha mencionado, el poder que Paul Atreides va desarrollando en su estancia en Arrakis es la fuente del dilema explorado por Herbert en toda su saga de Dune. Paul, influido por una droga, la especia, irá aumentando sus poderes naturales de clarividencia hasta que terminará viendo, no exactamente el futuro, sino todos los caminos posibles, las posibles acciones y sus consecuencias.
Resulta, por lo tanto, que Herbert no hecha mano de simples adivinos mágicos, sino que su modo de imaginar el conocimiento premonitorio se asemeja a un cálculo de infinitas posibilidades. De esa forma, el poder de Paul, el Kwisatz Haderach, es aún más aterrador que la obtención de simple información. Paul realmente es capaz de determinar con precisión el futuro, no sólo el suyo propio, sino el de toda la galaxia. Así, queda investido con los poderes de un dios: ve estando ciego porque tiene un conocimiento casi perfecto de todo lo que acontece.
Minority Report, de Philip K. Dick
Como tecnología:
La psicohistoria, imaginada por Asimov en Fundación (1951), esa posibilidad de predecir el comportamiento de grandes masas humanas, no es otra cosa sino la posibilidad matemática de predecir el futuro. Así pues, catorce años antes de la novela de Herbert, Asimov ya había abordado, de manera más fría e instrumental, los anhelos del hombre por predecir el futuro de forma infalible. De hecho, tal y como evolucionó la saga, Hari Seldon se reviste con algunos de los atributos mesiánicos del Paul de Dune. Ambos son capaces de prever los diferentes caminos que tomará la historia, ambos visualizan la posibilidad de una catástrofe, ambos ponen en marcha un plan para evitarlo. La diferencia, por supuesto, es que el poder y la responsabilidad de Seldon se distribuye a una escala mucho más humana, depositada en sus dos fundaciones. De tal forma, Seldon resulta en un funcionario eficiente (tal y como le gustaban las cosas al "buen doctor") y no deviene en un atormentado líder religioso.
La paga (1953), llevada al cine en 2003 como Paycheck, es un relato de Philip K. Dick que gira en torno a la invención de una máquina que permite ver imágenes del futuro, y las intrigas por el poder que tal capacidad lleva asociada.