Ordenador

Un ordenador o computadora es una máquina electrónica que almacena y procesa información.

Suele disponer de una unidad central de procesamiento, que es el núcleo de un sistema de computación y realiza todas las operaciones lógicas y de cómputo. Incluye también memorias donde almacenar procesos básicos (ROM), resultados de las operaciones en curso (RAM) y sistemas de alamacenamiento a largo plazo (como discos duros), así como perifericos para la entrada de datos (teclado, ratón, escáner, cámara, micrófono...) y salida (pantalla, impresora, altavoces...).

Los ordenadores en la vida real:

Los ordenadores son hoy en día máquinas dedicadas a múltiples propósitos: diseños y cálculos de ingeniería, cálculos contables, administración e inventario, diseño gráfico, reproducción de contenido multimedia... Además, desde que las conexiones a Internet se han popularizado, la utilidad de los ordenadores se ha disparado, añadiendo a todos los usos anteriores la posibilidad de consulta de recursos remotos tanto con fines profesionales como los relacionados puramente con el entretenimiento (por ejemplo, la consulta y/o edición de información relacionada con la ciencia ficción).

El abaratamiento de los productos electrónicos y los progresos en la tecnología de la miniaturización ha permitido el surgimiento de toda una pléyade de aparatos "de bolsillo", tales como teléfonos móviles, reproductores de música, PDAs, cámaras digitales... así como aparatos que reúnen varios de los anteriores y, muchos de los cuales, pueden ser considerados ordenadores por sí mismos.

De esta forma, los ordenadores se han ido introduciendo en nuestra vida en diferentes formas, de manera que no hay aspecto de la vida cotidiana que no incluya, de alguna forma, un ordenador.

Historia de los ordenadores:

La historia de los ordenadores se intrinca con la de la informática (la rama de las matemáticas que da soporte a su funcionamiento lógico).

Antes del siglo XX (ejes y engranajes):

Aunque han existido desde antiguo máquinas e instrumentos para facilitar los cálculos (desde ábacos hasta instrumentos mecánicos tan sofisticados como la pascalina fabricada en 1645), probablemente el primer ordenador como tal sea la máquina analítica de Charles Babbage... máquina que jamás fue construida. Esta máquina, descrita en 1837 y basada en sistemas de ejes y engranajes, habría permitido la realización de cálculos complejos. No sólo sumas o restas, como la pascalina anteriormente mencionada, sino de operaciones tales como el cálculo de integrales.

En 1843 Ada Lovelace sugirió que las operaciones a realizar por la máquina de Babbage podrían ser introducidas mediante tarjetas perforadas. Por este motivo está considerada como la primera programadora de la historia.

Aunque hubo máquinas similares, algunas tan sofisticadas como la de William Stanley Jevons, fabricada en 1869 y capaz de emplear los operadores lógicos de Boole, y muchas de las cuales introdujeron conceptos e ideas que influyeron en desarrollos posteriores, los ordenadores, tal y como nosotros los conocemos, tienen un desarrollo posterior.

Siglo XX (electrónica binaria):

Todas las máquinas mencionadas son aparatos mecánicos que, mediante ejes,engranajes y poleas realizan operaciones repetitivas. Sin embargo, nuestros actuales ordenadores son máquinas electrónicas basadas en la capacidad de determinados materiales de almacenar información no en forma de posiciones de ruedas dentadas numeradas, sino de estados de carga o descarga de diferentes dispositivos.

Esta línea de ordenadores tiene su base en la invención del tubo de vacío por Lee De Forest en 1906. Este tubo permitió el desarrollo de circuitos electronicos como el que W.H. Eccles y F.W. Jordan idearon en 1919 y que permitió el almacenamiento de información binaria.

Al igual que ocurrió con la "informática mecánica" del siglo XIX los primeros ordenadores electrónicos (tales como la Z3 de Konrad Zuse, creada en 1941, la ABC de John Vincent Atanasoff y Clifford Edward Berry, creada en 1942 o la Mark I, diseñada por un equipo encabezado por Howard H. Aiken) eran máquinas programadas para realizar tereas específicas. El primer ordenador de uso general fue la ENIAC, construida en 1946 en la Universidad de Pennsylvania y dedicada al cálculo balístico.

En 1947 se desarrolla en los laboratorios Bell el transistor, más fiable que los tubos de vacío, y en 1949 se desarrolla la primera memoria basada en esta nueva tecnología. En 1958 los transistores empiezan a ser empleados en los circuitos electrónicos de los ordenadores y ese mismo año se desarrolla el circuito transistorizado. Esto dejaría definitivamente atrás los tubos de vacío, dando lugar a la segunda generación de ordenadores.

A partir de este punto el desarrollo de los ordenadores se dispara de forma vertiginosa: En 1960 se desarrollan los lenguajes COBOL y ALGOL y el primer compilador; en 1962 aparecen los primeros programas que permiten al usuario dibujar en una pantalla y Steve Russell, estudiante del MIT, escribe el primer juego de ordenador: el Spacewar!; En 1963 se define el código ASCII...

En 1964 IBM lanza la primera máquina basada en circuitos integrados, dando lugar a la tercera generación de ordenadores; en 1966 se desarrolla ARPANET (precursora de Internet); en 1967 aparecen los primeros juegos de ajedrez y el disquete magnético; en 1969 se desarrolla el sistema operativo UICS; en 1970 UNICS es renombrado como UNIX, se publica el primer modelo de base de datos, se desarrolla el lenguaje PASCAL, se crea la primera memoria RAM; en 1971 se presenta el primer microprocesador comercial, se crea el primer programa de correo electrónico...

El desarrollo se acelera cada vez más y, por fin, la creación de Microsoft en 1975 y de Apple en 1976 marca el inicio de la informática de consumo doméstico: con este paso los ordenadores salen de los laboratorios, universidades y sedes bancarias para desarrollarse hasta los niveles que conocemos hoy en día.

Las computadoras en la ciencia ficción:

Las computadoras son un elemento omnipresente en la ciencia ficción. Resultan imprescindibles en los viajes espaciales, por lo que siempre las encontraremos en las naves que surcan el cosmos. También suelen controlar los sistemas de estaciones espaciales e instalaciones en tierra, así como ir instaladas en vehículos.

Algunas son muy básicas y rudimentarias, mientras que otras son auténticas inteligencias artificiales, avanzadas supercomputadoras capaces de resolver cualquier problema lógico y que llegan a tener conciencia propia.

Tecnología de ciencia ficción:

La tecnología de los ordenadores de ciencia ficción ha variado mucho a lo largo de la historia. Por ejemplo, Multivac, protagonista de muchos de los relatos de Asimov, funcionaba al principio con válvulas (tubos de vacío), la tecnología empleada en la época en que fueron escritos los relatos. La misma Multivac mostraba la idea de los ordenadores que se tenía aquel entonces: una máquina enorme que distribuía capacidad de cálculo a los hogares, y es que en aquella época los ordenadores ocupaban sótanos enteros y los ordenadores domésticos eran algo impensable.

A medida que la tecnología evolucionaba, los ordenadores que figuraban en los relatos lo hacían también. Así, además de ordenadores basados en tubos de vacío ha habido ordenadores funcionando mediante transistores, relés (algo frecuente en los relatos de Dick) y, por supuesto, microprocesadores. Estos últimos son los ejemplos más frecuentes, no sólo porque los propios ordenadores reales basados en microprocesadores hayan sido más frecuentes, sino porque esta tecnología ha coincidido con la irrupción de estas máquinas en la vida real y, por lo tanto, al ser parte habitual de la vida real, lo han sido también de la ciencia ficción.

Pero, por supuesto, ha habido también ejemplos de ordenadores basados en tecnologías extrañas. Entre estos últimos, cabe destacar los cerebros positrónicos de las historias de robots de Asimov, o los ordenadores mecánicos de La máquina diferencial, desarrollados en una ucronía en la que la máquina de Babbage habría sido real.

El papel de los ordenadores en la ciencia ficción:

Los ordenadores, bien como máquinas capaces de realizar cálculos complejos, bien como seres dotados de cierta inteligencia o consciencia, han tenido numerosos papeles en la ciencia ficción.

Máquina indiferente:

En este primer caso el ordenador es una máquina que, consciente o no, resuelve problemas y proporciona datos.

Como simple máquina los ejemplos serían innumerables: Multivac de los relatos de Asimov, los ordenadores de cálculo de trayectoria que se ven en las pantallas de las naves de 2001, los ordenadores de cálculo de salto en el hiperespacio de La guerra de las galaxias, Madre, el ordenador de a bordo de la Nostromo en Alien, el octavo pasajero, las consolas de ciberespacio de Neuromante...

En este caso han sido simples máquinas de cálculo que resuelven problemas de forma eficiente, que extraen el dato oportuno y que, en definiva, facilitan el trabajo de los humanos... sin embargo, estos ordenadores carentes de personalidad no han dejado una huella significativa.

Con el auge de Internet, éste se ha introducido en gran cantidad de obras de ciencia ficción. Los ordenadores suelen aparecer como instrumentos muy poderosos en manos de las personas, que los usan de diversas formas. Son muy frecuentes los hackers que manipulan a distancia otros ordenadores o acceden a información confidencial o alteran fraudulentamente bases de datos (película La Red).

Inteligencias artificiales:

Artículo principal: Inteligencia artificial (definición)

Artículo relacionado: Inteligencias artificiales famosas

Algo muy diferente ocurre con aquellos ordenadores que sí han desarrollado personalidad, aquellos con los que es posible hablar.

En este caso podemos enfrentarnos a ordenadores amigos como Mike en La Luna es una cruel amante de Robert A. Heinlein.

Peligrosos adversarios:

Artículo principal: Rebelión de las máquinas

Pero, como siempre, los mejores ejemplos los obtenemos del "lado oscuro": los ejemplos de inteligencias artificiales peligrosas, como Wintermute en Neuromante, o directamente asesinas, como Skynet en Terminator o la inquietante HAL de 2001.

En este caso, los autores se basan en el complejo de Frankenstein para crear inquietud y desasosiego (cuando no directamente terror) en el que es uno de los principales temas del género: la rebelión de las máquinas.

Rebelión de las máquinas
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