Prolang
| Prolang | |
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| Autor: | Ricardo Montesinos |
| Otros títulos: | |
| Datos de primera publicación(1): | |
| Título original: | Prolang |
| Revista o libro: | Terra Nova 3 |
| Editorial: | |
| Fecha | Noviembre de 2014 |
| Publicación en español: | |
| Publicaciones(2): | Terra Nova 3 |
| Otros datos: | |
| Saga: | |
| Premios obtenidos: | |
| Otros datos: | |
| Fuentes externas: | |
| Tercera Fundación | Ficha |
| ISFDB | Ficha |
| Otras fuentes | |
| Notas: | |
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Ricardo Montesinos (2014)
Tabla de contenidos
Las premisas:
El relato especula acerca de la influencia del lenguaje en la percepción que el individuo tiene del mundo.
Para ello narra la historia de un par de estudiantes a los que un profesor les enseña prolang, un lenguaje artificial puramente racional que mejora sus capacidades intelectuales.
Más adelante, terminados sus estudios y casados, los protagonistas deciden tener un hijo al que educan con el prolang como primera lengua, lo que lo lleva a un nivel de desarrollo intelectual mucho más elevado que el del resto de los humanos
¿El lenguaje condiciona la cognición?:
Tal como se advierte en el propio relato, la hipótesis de que el lenguaje condiciona la forma en que una persona entiende el mundo proviene de los estudios de Edward Sapir y Benjamin Whorf, quienes dieron forma e impulsaron el llamado Principio de Relatividad Lingüística en las primeras décadas del siglo XX.
Sin embargo, la hipótesis “fuerte”, que es la que sostiene el relato, hace tiempo que ha sido descartada ante la evidencia científica en contra. No obstante, sí que existen indicios de la posibilidad de una cierta influencia del lenguaje en lo relativo, sobre todo, a herramientas como la memoria; pero no sobre la comprensión, y mucho menos sobre la percepción.
En cualquier caso, para un lector desconocedor de estos asuntos, la hipótesis es plausible y se puede construir un buen pacto de ficción sobre ella.
El relato:
Desarrollado como una exposición en primera persona -a modo de confesión del padre ante un periodista, sin diálogos- hay poco espacio para el desarrollo de personajes, que tienden al estereotipo. Reconocibles y funcionales, pero poco estimulantes.
Aunque el propio prolang sea perfectamente plausible como nóvum, el contexto que le rodea puede parecer forzado en ocasiones.
La trama se incrusta en un contexto de realismo cotidiano: la vida de una pareja desde sus años universitarios hasta el momento en que se casan y los primeros años de crianza del hijo que tienen. Ocasionales pinceladas parecen dirigir el relato hacia un problema de integración social, relacionando (con desigual acierto) los problemas del pequeño con un trastorno del desarrollo como podría ser el autismo. Todo ello es, sin duda, interesante; pero simultáneamente el autor deja entrever una realidad más ominosa, quizás con la intención de incrementar la tensión de la narración. Ambas pretensiones no están del todo bien casadas y pueden producir un desequilibrio en el pacto de ficción.
La idea del científico que, con sus investigaciones, atrae la desgracia sobre sí mismo es común en la ciencia ficción especulativa, y ha sido plasmada de múltiples formas, con mayor o menor acierto. Sin embargo, aunque la idea es atemporal y el tema tratado (el lenguaje y su relación con el aprendizaje) resulta actual, no lo es tanto el estilo. La forma de confesión, los personajes estereotipados y el estilo narrativo en general recuerdan a las historias de la Amazing Stories de Gernsback anteriores a la edad de oro, lo que puede dejar la sensación de haber leído algo ya superado a fecha de su publicación (2014).
Premios:
Finalista:
- 2015: Premio Ignotus a mejor cuento
