Amenaza biológica
Una amenaza biológica es un agente biológico capaz de extenderse y causar un gran daño a la población en caso de verse liberado sin control, pudiendo ser empleado como arma biológica o ser la causa de un apocalipsis biológico.
Muchas obras de ciencia ficción han tratado el tema de una posible amenaza biológica, con un impacto especialmente notable en el cine, que se ha nutrido de best sellers para crear una trama repleta de tensión en la que la supervivencia de los protagonistas y la de toda la especie humana quedaban ligadas a la posibilidad de controlar la amenaza.
En función de las características a las que se quiera dar importancia existen diferentes formas de clasificación aplicables muchas de ellas a una misma obra. Sin embargo casi, todas ellas comparten una característica comun que las diferencia de otras amenazas (como la química o la nuclear) y es que la vida tiene la capacidad de extenderse y crecer de forma exponencial más allá del punto en el que ha sido liberada, de forma que existe la urgencia de controlar la amenaza antes de que sea demasiado tarde y se extienda a todo el planeta.
Tabla de contenidos
Origen de la amenaza:
Amenazas extraterrestres:
Durante la edad de oro de la ciencia ficción era extendida la creencia de que la vida era prácticamente inevitable, una constante es casi cualquier entorno. La ecuación propuesta por Frank Drake en 1961, en una primera estimación realizada entonces, ofrecía como resultado la existencia de millones de civilizaciones extraterrestres avanzadas en la galaxia.
Por supuesto, la estimación de la probabilidad de vida menos evolucionada era notablemente superior y obras tan tempranas como ¿Quién hay ahí? (John W. Campbell, 1938) o El experimento del doctor Quatermass (Val Guest, 1955) versan sobre la infección de la Tierra por vida venida del propio espacio, a bordo de meteoritos, esporas o artefactos humanos contaminados.
Igualmente podemos encontrar el caso simétrico, en el que una misión de exploración llega a un planeta para enfrentarse al peligro de una forma de vida local, como el virus de la descolada de La voz de los muertos (Orson Scott Card, 1986)
Aún hoy en día esta es una posibilidad que no se subestima. Si bien parece improbable que ningún microorganismo pueda sobrevivir a la entrada a alta velocidad dentro de la atmósfera terrestre (esos meteoritos o esporas) la etapa de descontaminación fue un proceso ineludible tras la primera visita a la Luna e incluso en las actuales misiones espaciales.
Amenazas de origen terrestre:
Pero a medida que la exploración fue demostrando que la superpoblación espacial era una idea poco realista y que la vida no era tan fácil de producir ni tan común, el interés por la contaminación con patógenos alienígenas decayó en favor del miedo hacia el uso poco ético de la ciencia por parte del propio hombre, es decir, del miedo a amenazas biológicas de origen humano, bien por ser armas para la guerra biológica o bien por ser terribles errores de experimentos poco éticos. Sería el caso de obras como 12 monos (Terry Gilliam, 1995).
Este es un género que con frecuencia no es considerado ciencia ficción y que tiene un notable éxito entre lectores no especializados. Son innumerables los best seller escritos por Michael Crichton (p.e. La amenaza de Andrómeda, 1969) o Robin Cook que plantean una alarma médica que no tarda en derivar en amenaza para grandes masas de población y que son clasificados por las editoriales como "Tecno-Thriller" para evitar la etiqueta "ciencia ficción" que claramente les corresponde.
Sin embargo, mucho antes de estos autores ya se habían propuesto obras que hablaban de una pandemia que frecuentemente desembocaba en la descripción apocalíptica de la Tierra devastada, convertida en un escenario hostil para los pocos supervivientes al desastre.
Tipo de amenaza:
Agente microscópico:
Es el más simple y evidente: virus, bacterias y esporas tienen la capacidad de esparcirse de forma inadvertida, de forma que la amenza es algo que flota en el aire... a veces de forma literal.
Las enfermedades pueden tener periodos de incubación sin síntomas, de forma que se produce una profunda desconfianza hacia los desconocidos, cuya proximidad se percibe como amenaza. En las primeras fases las autoridades tratan de salvar perímetros seguros, vigilando accesos creando campos de cuarentena, como ocurre en Contagio (Steven Soderbergh, 2011). A medida que la enfermedad avanza y la sociedad colapsa los supervivientes se agrupan en círculos reducidos que y evitan el contacto con otros en previsión de infecciones.
Esta amenaza proveniente de humanos se torna evidente en aquellas obras en las que los infectados se convierten en zombis, un subgénero popular desde comienzos del s. XXI y que a menudo deriva en un escenario apocalíptico. Buen ejemplo de esto sería Guerra mundial Z.
Agente macroscópico:
A diferencia del anterior, en este caso el agente es visible y la historia se torna en una partida de caza.
Lo que confiere su característica de amenaza biológica al agente perseguido es su capacidad de depositar huevos, liberar esporas o cualquier otra forma de reproducción que daría lugar a nuevos seres capaces a su vez de reproducirse de forma exponencial hasta diezmar a la población. Esto confiere un sentido de urgencia a la captura, aumentando la tensión de la historia, como ocurre en Species (Roger Donaldson, 1995).
No suele ser inhabitual que películas basadas en estas premisas, tras la captura exitosa del espécimen, muestren en unos planos finales huevos ocultos en algún rincón apartado, anunciando así una posible continuación de la historia.
Causa de la amenaza:
Accidental:
La amenaza biológica puede aparecer de forma accidental: objetos caídos del espacio llevando esporas extraterrestres que esparcen la enfermedad (p.e. La amenaza Andrómeda), la invasión humana de un ecosistema inalterado pone a la humanidad en contacto con una enfermedad hasta entonces oculta en la selva (p.e. Contagio)...
Humana:
... pero la causa más habitual suele ser humana. Laboratorios militares de armas biológicas (virus, especies de guerra...), laboratorios médicos en los que se trabaja con patógenos, laboratorios para la creación de especies de aplicación comercial... sería imposible enumerar la cantidad de laboratorios de todo tipo que han sido el origen de una amenaza capaz de acabar con la humanidad (en ocasiones con notable éxito).
Si bien muchas de estas obras pretenden, efectivamente, especular acerca de las responsabilidades de la ciencia y de los peligros de ciertas investigaciones, muchas veces el laboratorio no es sino un recurso fácil (pero eficaz) de poner en marcha una historia de acción.
Infinitas posibilidades:
Por supuesto, la imaginación de los autores a lo largo de todo este tiempo ha dado lugar a muchas obras e ideas de difícil clasificación.
Por ejemplo, en la ya mencionada Ladrones de cuerpos (Jack Finney, 1955) se imaginan esporas microscópicas cayendo a la Tierra que una vez florecen adoptan la forma y recuerdos de los humanos a los que suplantan. Aunque el agente es microscópico, el peligro (las réplicas de humanos) no lo es, por lo que incluso en base a las clasificaciones propuestas esta obra podría añadirse a una u a otra en función de qué elemento se considere como causa de la amenaza.
Así mismo, cabría imaginar nuevas clasificaciones, como los efectos de la amenaza sobre el individuo, bien porque causa su muerte (la ya mencionada Contagio), porque toma su control (p.e. Amos de títeres -Robert A. Heinlein, 1951-) o bien porque lo convierte en una especie de monstruo infeccioso (de nuevo los zombis, pero también los vampiros de Soy leyenda -Richard Matheson, 1954-).
También es posible clasificar las obras en función del resultado de la amenaza. Así, obras como 12 monos o Contagio derivarían en un apocalipsis biológico (total en el primer caso, detenido en fases tempranas pero con gran pérdida de población en el segundo) derivarían en un apocalipsis biológico, mientras que otras como La amenaza Andromeda lograrían evitar ese escenario.
Principales clasificaciones:
A continuación se muestran algunos ejemplos basados en las clasificaciones anteriores.
Amenazas biológicas | |||
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Causa | |||
Accidental | Humana (Laboratorios, cultivos...) | ||
Origen | Terrestre | Contagio | 12 monos |
Extraterrestre | ¿Quién hay ahí? El experimento del doctor Quatermass La amenaza Andrómeda La voz de los muertos |
Species |