Los desposeídos

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Los desposeídos
Autor: Ursula K. Le Guin
Otros títulos:  
Datos de primera publicación(1):
Título original: The Dispossessed: an ambiguous utopia
Revista o libro: The Dispossessed: an ambiguous utopia
Editorial: Harper & Row
Fecha Mayo de 1974
Publicación en español:
Publicaciones(2): Los desposeídos
Otros datos:
Saga: Ciclo de Hainish
Premios obtenidos: Júpiter
Nebula
Hugo
Locus
Encuesta Locus
Gigamesh
Prometheus Hall of Fame
Otros datos:
Fuentes externas:
Tercera Fundación Ficha
ISFDB Ficha
Otras fuentes  

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Notas:

  1. De la presente variante. Puede haber variantes anteriores. Consultar la fuente externa para ampliar información.
  2. Publicaciones en español las que la presente variante ha aparecido. Puede haber otras publicaciones de esta misma u otras variantes. Consultar la fuente externa para ampliar información.

Ursula K. Le Guin (1974)

Los desposeídos es una de las novelas del Ciclo de Hainish, de Ursula K. Le Guin.

Cronológicamente es el primer libro del ciclo (aunque, posterioremente sería preludiado con el relato El día anterior a la revolución, 1974), anterior a la creación del ansible. De hecho, el protagonista es Shevek, el físico cuya teoría permitiría desarrollar dicho medio de comunicación, lo que conduciría a la creación de una Liga de los Mundos.

Sin embargo, no fue el primer libro escrito por Le Guin ambientado en el universo del Ekumen, que se puede remontar hasta El collar de Semley (1964).

Las premisas:

La novela tiene lugar en el planeta doble de Urras-Anarres. El primero de ellos, Urras, está dividido en varios países con distintas políticas. El segundo, Anarres, es un planeta árido, difícil, con una ecología que apenas permite una economía de subsistencia. La sociedad de Anarres es una forma de anarcocomunismo, comunismo descentralizado, en el que no existe propiedad privada (aunque si la propiedad personal) y las decisiones son tomadas en sindicatos mediante una especie de democracia directa o, sólo en casos extremos, en una forma de institución central. Es de aquí de donde es originario Shevek.

La novela comienza cuando Shevek realiza un viaje a Urras, que puede ser de exilio. Allí es recibido con todos los honores por un país que pretende hacerse con sus conocimientos de física. En la opulencia de este lugar Shevek se siente extraño e incómodo, incapaz de acostumbrarse a la idea de poseer o de ser servido. Le causa especial turbación ser incapaz de congeniar con los sirvientes (cuya aceptación de su situación no entiende) o de ver y contactar con las clases más desfavorecidas, que intuye que existen, aunque no ve.

La obra:

Como la mayor parte de la literatura de Le Guin, esta es una obra de gran calidad, centrada sobre todo en la personalidad de sus personajes, las relaciones que los unen, sus sociedades y cómo éstas determinan su forma de pensar, sus prejuicios.

Anarquismo, comunismo, capitalismo, liberalismo, utopía:

En los países que describe, y dada la época en la que la obra fue escrita (años setenta) es muy tentador asimilar Anarres a los países comunistas y Urras al capitalismo. Le Guin no cae en la complacencia fácil de elogiar ninguna de estas formas de gobierno o de oponerlas de manera enteramente maniqueísta.

El título original de la obra, (Los desposeídos, una utopía ambigua) debe poner en guardia al lector acerca de las intenciones de la autora. En Anarres da la impresión de que la doctrina anarquista ha liberado al individuo. En realidad, los escasos habitantes del planeta son exiliados de Urras, anarquistas seguidores de Odo (una revolucionaria de un par de siglos atrás) a los que se les concedió la inhóspita luna para evitar que su ejemplo proliferara.

Aunque Le Guin parece sentir una predilección por la forma más humana de relacionarse de Anarres, eso no le impide reconocer las dificultades de prosperar en una sociedad en la que el individuo debe supeditarse a la comunidad. La ineficiencia de este sistema es evidente en el ejemplo de su protagonista, un físico teórico cuyo trabajo tiene un gran potencial, pero que, por motivos de igualitarismo, debe participar en trabajos comunitarios dejando de lado sus investigaciones. Más aún, aunque la propiedad privada haya desaparecido y las instituciones estén formalmente descentralizadas, siguen existiendo luchas por el poder, egos personales y, sobre todo, la inercia social que se resiste al cambio.

Paradójicamente, Shevek decide abandonar Anarres no porque su fuerza o juventud se vea desperdiciada en trabajos comunales, que acepta y encuentra justos, satisfactorios; sino por la presión de poderes fácticos que anatemizan su trabajo y limitan su potencial. Shevek, exiliado del planeta anarquista que es Anarres, es en realidad el prototipo de revolucionario idealista, verdadero libertario, el más auténtico anarresti.

La crítica contra el sistema de A-Io, uno de los estados que componen Urras, es todavía más dura. Aunque los poderosos poseen grandes riquezas y comodidades, los desposeídos viven en la miseria, carentes de los más elementales servicios. En A-Io el liberalismo capitalista ha creado tremendas desigualdades pese a la enorme riqueza natural del planeta. Además, la sociedad de A-Io ha relegado a la mujer, lo cual es visto por Shevek como un desperdicio del potencial de la mitad de la población.

A-Io, esta vez sí, parece una crítica a un posible Estados Unidos futuro; y Urras parece una versión posible de la Tierra. De hecho, existe un bloque comunista, Benbili, herederos también de la revolución odoniana, y con quienes parece inevitable que A-Io entre en guerra.

De fondo, con escaso papel hasta casi el final de la obra, se menciona la presencia de delegaciones de “extranjeros”, terranos y hainianos. En un breve alegato, Le Guin relata que la Tierra, en un pasado reciente, era muy similar en riqueza y diversidad a Urras, pero que la sobreexplotación la arruinó hasta hacerla casi inhabitable, teniendo los terranos que ser rescatados por los hainianos.

La estructura:

Le Guin proporciona una estructura muy marcada a la novela para realzar las comparaciones entre Anarres y Urras, alternando capítulos en el presente (Urras) con capítulos en el pasado (Anarres).

En los capítulos Anarres, asistimos a la evolución del pensamiento de Shevek desde su niñez y adolescencia, descubriendo las imperfecciones e incoherencias del sistema odoniado en el que cree y explicando el por qué de su decisión de exiliarse a Urras, su antítesis filosófica.

En A-Io (Urras) el tiempo de la narración es el presente. Shevek se siente atraído y repelido por la magnificencia del capitalismo: Necesita de la interacción con sus pares (otros físicos de talento que le aporten ideas) para completar su teoría; pero sospecha de su hipocresía, personal y social.

Esta estructura que alterna capítulos en Urras y en Anarres sirve como discurso filosófico, a modo de continuas tesis y antítesis. Al final, simplificando mucho, la síntesis de Shevek, de Le Guin, es optar por el camino del medio, por los mundos exteriores, por terranos y hainianos, capaces, quizás, de permitirle escapar del capitalismo predador de Urras, pero también de obligar a la aislacionista Anarres a abrirse al intercambio de ideas.

La cooperación como clave:

El intercambio libre de ideas es la idea subyacente en todo el Ciclo de Hainish y, en este sentido, esta es la obra que mejor trabaja esa esencia. El intercambio libre de ideas es lo que anhela encontrar Shevek en su exilio en Urras, el contacto con otros científicos y sus ideas (con mención habitual de la teoría de la relatividad del terrano Ainsentain) que le permitan progresar en su entrevista teoría de la simultaneidad. Pero Shevek sospecha que el egoismo urrasti utilizará esta teoría para adquirir poder, no la compartirá. Por el contrario, el aislacionismo anarresti despreciará cualquier uso de la teoría por considerarla inutil para la supervivencia.

Los hainianos, por otra parte, parecen los receptores ideales de este legado y, en este sentido, el final de la novela es previsible, especialmente para el conocedor de las obras anteriores. Aún con este lastre, Le Guin consigue que, al interesarnos por la historia personal de Shevek, importe menos el qué sucederá con su teoría (sabido desde el principio) como el qué ocurrirá con su persona. Y, especialmente, por qué, cómo lo experimentado le cambiará a él y, quizás a la sociedad de la que proviene.

Se trata, en definitiva, de una magnífica obra de ciencia ficción blanda.

Los desposeídos:

El título de la novela merece mención especial por lo acertado de su polisemia. Por una parte, los anarresti son desposeídos: carecen de propiedad privada. Incluso, aunque sí poseen libremente cualquier cosa personal, éstas están siempre muy limitadas, por su manera de entender la comunidad como desprendimiento.

También se encuentran desposeídos de recursos ya que Anarres es un planeta en el que la sociedad odoniana sobrevive gracias a enormes sacrificios personales: Por ejemplo, en medio de una hambruna, decenas de miles son voluntariamente desplazados para optimizar los recursos, para priorizar la obtención de alimentos por encima de cualquier otra consideración.

En cierto sentido, esta desposesión material es la que permite la desposesión espiritual: el que los anarresti no puedan acumular riqueza en un planeta que no las tiene, que estén obligados a compartir absolutamente todo si quieren sobrevivir, hace más fácil que desprecien la propiedad privada y sean, por ello, libres de esa carga.

En Urras, los desposeídos son, evidentemente, la clase baja, verdaderamente desposeída de una riqueza que sí existe, una mayoría sometida a un sistema que perciben como injusto.

Y finalmente, queda parte (sería cínico decir que toda) la clase privilegiada urrasti, que está desposeída de algunos aspectos más metafísicos (por ejemplo, de la objetividad, incapaces de entender de la clase de libertad que los anarquistas anarrestis disfrutan). Incluso, parte de esta sociedad, la parte femenina, está desposeída de una serie de derechos que la mayoría consideremos fundamentales y que ellas mismas parecen incapaces de reconocer como una limitación a su libertad.

Ninguno de los sistemas representados en la novela es óptimo (de ahí, la ambigüedad de la utopía) y todos tienen algunos aspectos positivos. El desconocimiento de la posibilidad de otras sociedades, finalmente, es la última desposesión que limita a la sociedad (incapaz de evolucionar) y al individuo (que no puede existir al margen de su sociedad).

Premios:

Obtenidos:

Finalista:

Ciclo de Hainish
Libros de la saga Cronología / calendario Planeta
Gregoriano Liga de los Mundos Ecumen
Los desposeídos (1974) 2300 - - Urras-Anarres
El nombre del mundo es bosque (1976) 2368 18 - Athshe (Nueva Haití)
El relato (2000) (?) (?) - Aka
El mundo de Rocannon (1966) 2684 334 - Rokanan (Formalhaut II)
Planeta de exilio (1966) 3755 1405 376 Werel (Alterra)
Ciudad de ilusiones (1967) 4370 2020 991 Terra
La mano izquierda de la oscuridad (1969) 4870 2520 1491-1497 Gueden (Invierno)
Las doce moradas del viento (1975) Varios Rokanan, Gueden, 4470, Urras
Un pescador del mar interior (1994) Varios Hain, Ve, M-60-340-nolo, Ganam, O
Cuatro caminos hacia el perdón (1995) 5458 3108 2079-2102 Yeowe-Werel, Hain
El cumpleaños del mundo (2002) Varios Gueden, Seggri, O, Eleven-Soro, Yeowe-Werel