Voyager
El programa Voyager constaba de dos sondas, las Voyager 1 y Voyager 2, lanzadas el 5 de septiembre de 1977 y el 20 de agosto del mismo año, respectivamente. (Efectivamente, la sonda Voyager 2 fue lanzada antes que la Voyager 1, pero al trazar una ruta diferente, fue la segunda en llegar a los planetas estudiados).
Inicialmente, el programa Voyager era una prolongación del Mariner, pero debido a sus especiales características, acabó teniendo un nombre propio. Estas características se deben a una peculiar alineación planetaria que permitió el estudio a lo largo de la misión de los cuatro planetas situados más allá de la órbita de Marte.
Ambas sondas llevan un disco de oro con música de diferentes culturas, saludos en 55 idiomas (incluido el del entonces Secretario General de las Naciones Unidas ) y una mezcla de sonidos característicos de la Tierra. También incluye 115 imágenes (más una de calibración) donde se explica la localización del Sistema Solar, características de la Tierra y del cuerpo y la sociedad humanos, escritos en un leguaje que, según estiman los científicos, podría ser entendido por una eventual cultura extraterrestre que llegara a capturar la sonda.
Este disco fue ideado por un comité presidido por el astrónomo Carl Sagan. Según Sagan, el principal objetivo del disco no es ser descifrado, sino evidenciar la existencia de nuestra especie y su deseo de contactar con otras especies inteligentes.
Tabla de contenidos
El desarrollo de la misión:
Voyager 1:
La Voyager 1 sobrevoló Júpiter en 1979 y Saturno en 1980, tomando una gran cantidad de fotografías de estos planetas, así como de las lunas Io y Titán. Tras tomar impulso en Júpiter, se alejó hacia las regiones exteriores del Sistema Solar, siendo el primer objeto que cruza uno de dichos límites (el frente de choque de terminación) desde donde continúa enviando datos (se estima que lo hará hasta 2020).
Voyager 2:
La Voyager 2 sobrevoló Júpiter en 1979 y Saturno en 1981. Su órbita sacrificó el acercamiento a Titán, pero a cambio le permitió impulsarse hasta llegar a Urano en 1986 y a Neptuno en 1989. Se estima que seguirá transmitiendo datos hasta 2030.
La Voyager en la ciencia ficción
Las misiones Voyager han sido habitualmente utilizadas en la ciencia ficción de los años posteriores a su lanzamiento. Se trataban de elementos muy sugerentes en cuando que suponían los primeros artefactos humanos que saldrían del Sistema Solar, pioneros que rebasarían esa frontera iniciando un nuevo tipo de exploración espacial.
Fueron también el estandarte del optimismo por la posibilidad de contactar con otras especies inteligentes, función anecdótica de la sonda, casi un brindis al sol, pero de gran popularidad.
Entre las obras de ciencia ficción que han utilizado referencias a estos artefactos cabe destacar la primera entrega de las películas de la saga de Star Trek, (Star Trek I: La película). Realizada en 1979, apenas dos años después del lanzamiento de las sondas y durante el año en que empezaron a transmitir información acerca de Júpiter. Estos acontecimientos estaban muy presentes en el público y una película basada en ideas de exploración no podía dejar de realizar su particular homenaje, dando un papel destacado a esta sonda espacial.
Otros producto de ciencia ficción que ha homenajeado a estos aparatos es la serie de televisión Futurama, que incluyó un cameo de la sonda en el episodio (Parásitos perdidos) emitido en la tercera temporada.