Steamboy
Steamboy | |
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Ficha técnica | |
Título original: | Suchîmubôi |
Nacionalidad: | Japón |
Estreno 1: | 17 de julio de 2004 |
Duración: | 126 min. |
Ficha artística | |
Dirección: | Katsuhiro Otomo |
Guión: | Katsuhiro Otomo, Sadayuki Murai |
Producción: | Steamboy Committee, Bandai Visual, Studio 4°C y Sunrise VAP |
Fotografía: | |
Música: | Steve Jablonsky |
Reparto: | Sin actores |
Información suplementaria | |
Otros datos: | Dirección artística: Shinji Kimura Dirección de animación: Shinji Takagi |
Imdb: | Ficha en Imdb |
Notas: | |
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Katsuhiro Otomo (2004)
Steamboy es una película animada japonesa, de temática steampunk.
La película:
Nos encontramos en Inglaterra en la segunda mitad del siglo XIX, a punto de inaugurarse la Exposición Universal de Londres donde las principales naciones se reúnen para mostrar al mundo los progresos de la industria y la tecnología. En aquella época, el vapor era la fuerza motriz más poderosa que se conocía. Pero, tal y como explican en la película, para conseguir desarrollar una gran potencia, las calderas de vapor y los pistones de las máquinas debían ser enormes, lo que suponía una considerable pérdida energética y, por lo tanto, de potencia, lo que devolvía al principio del problema.
Sin embargo, la familia Steam ha conseguido desarrollar una caldera miniaturizada que soporta grandes presiones. El secreto, contra lo que pudiera parecer, se encuentra en realidad en el líquido utilizado para producir el vapor, en palabras del doctor Eddie Steam, "un líquido estable y de una gran pureza capaz de engendrar una elevadísima presión". Esta afirmación muestra cierta despreocupación o desconocimiento por la realidad técnica, ya que el problema de elevar la presión era secundario frente al hecho innegable de que la industria no era capaz de desarrollar calderas que soportaran dicha presión.
Otomo pretende en esta película cultivar una imagen de tecnología surgida en torno al vapor, ese es su obvio objetivo principal, y se limita a dotar de verosimilitud a las premisas sin ser excesivamente riguroso. A pesar de ello, Stemaboy es una obra steampunk, no sólo por el hecho singular de la invención de una superpoderosa máquina de vapor, sino por la absoluta profusión de éste en todos los apartados de la historia, desde la ambientación en plena revolución industrial inglesa a la aparición continua de asombrosos aparatos movidos a vapor cuyos equivalentes eléctricos o de motor de explosión verdaderamente aparecerán décadas después.
Visualmente, la película es impecable y Otomo sabe sacarle provecho tanto a la estética steampunk (que ya visitara en Cannon Fodder, 1995) como a la misma presencia del vapor que lo inunda todo. Así mismo, tiene algunos aciertos científicos, como el efecto de rápido enfriamiento que sufre un gas al someterle a una brusca expansión adiabática.
En cuanto al argumento, casi habría que decir que es lo de menos. En realidad, nos encontramos con una historia pensada "para todos los públicos", lo que la aleja de obras anteriores de Otomo, mucho más crudas, como Akira. Resulta ciertamente irritante durante la primera hora de película observar cómo el niño es manipulado tanto por su padre como por su abuelo y por momentos parece que el realizador japonés está a punto de caer en el maniqueísmo más intolerable. Finalmente la historia se resolverá de una manera mucho más adulta y positiva.
En conclusión, es una historia aceptable con una puesta en escena muy notable. Técnicamente, la obra más perfecta de Otomo, pero también la más vacía de contenido.
Cronología:
La película tiene una cronología cuando menos difícil. Durante algunos diálogos de la misma se nos da a entender que nos encontramos en la década de los sesenta, ya que todo acontece de manera posterior a un descubrimiento en el año 1863 en el que los doctores Steam consiguieron "conservar el vapor bajo alta presión manteniéndolo con una elevada concentración".
Sin embargo, la Gran Exposición de Londres durante la cual se inauguró el Palacio de Cristal data del 1 de mayo de 1851. La siguiente Exposición Universal en Londres sería en 1862, también anterior.
Dado que las imágenes de los títulos de crédito nos muestran una aventura posterior del pequeño de los Steam, Ray "Steamboy", con el descubrimiento de la bombilla y la Exposición Universal de París de 1855 como protagonistas, parece probable que todo se deba a un error de los traductores, algo muy habitual en las exportaciones del material animado japonés a nuestro país.
Existe otra explicación para estos aparentes deslices, y es que se trate de una ucronía en la cual estas Exposiciones Universales sucediesen más tarde que en nuestra realidad. Absurda hipótesis curiosamente apoyada por otra serie de acontecimientos que nunca sucedieron, como la destrucción del citado Palacio de Cristal, del Puente de Londres y de gran parte de la propia ciudad por una ciclópea máquina de vapor.
Premios:
- 2004: Festival de Sitges: Mejor película animada