Por qué quiero follarme a Ronald Reagan
Por qué quiero follarme a Ronald Reagan | |
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Autor: | J.G. Ballard |
Otros títulos: | Por qué quiero joder a Ronald Reagan |
Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | Why I Want to Fuck Ronald Reagan |
Revista o libro: | Why I Want to Fuck Ronald Reagan |
Editorial: | Unicorn Bookshop |
Fecha | de 1968 |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | La exhibición de atrocidades Cuentos completos |
Otros datos: | |
Saga: | |
Premios obtenidos: | |
Otros datos: | Ficha en ISFDB |
Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | [{{{URL-3F}}} Ficha] |
ISFDB | [{{{URL-ISFDB}}} Ficha] |
Otras fuentes | {{{URL-OtrasFuentes}}} |
Notas: | |
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J.G. Ballard (1968)
Por qué quiero follarme a Ronald Reagan es un relato de J.G. Ballard publicado por primera vez en 1968 por Unicorn Bookshop y que posteriormente sería recogido en La exhibición de atrocidades (1970).
Se trata de un trabajo con evidente carga política, panfletario, en el que Ballard especula en torno a una serie de experimentos bizarros que continuamente asocian la imagen de Ronald Reagan con prácticas sexuales sádicas y psicopáticas.
En el momento de la publicación, Reagan era el gobernador de California y uno de los candidatos republicanos a la presidencia.
El relato está evidentemente influido por el asesinato de Kennedy en 1963, suceso que ya había inspirado El asesinato de John Fitzgerald Kennedy considerado como una carrera automovilística cuesta abajo (1967), y ambos tienen un afán provocador, al mezclar los iconos políticos, las catástrofes automovilísticas y pulsiones sexuales y de muerte. En el caso presente, el tema se hace más explícito, dejando entrever el germen de la idea que sería Crash (1973).
Formalmente está escrito como un informe científico en torno a diversos experimentos que tratan de determinar el atractivo sexual de Reagan, examinando su doble faceta de político y actor. A Ballard le interesaba esta imbricación, cada vez más popular, de políticos como estrellas mediáticas, la preocupante evolución del discurso político que se centra en la forma, en la narrativa, para hacer pasar un mensaje que debería alarmar al receptor.
El relato indaga en esta dicotomía que funciona a nivel subconsciente, asociándola a imágenes de sexo y violencia.
Con este planteamiento, la publicación fue evidentemente problemática y la editorial se granjeó una demanda con cargos pro obscenidad. Con una edición inicial de sólo 250 ejemplares numerados, hoy se cotizan a altísimo precio.