Las lunas invisibles
Las lunas invisibles | |
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Autor: | Manuel Santos |
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Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | Las lunas invisibles |
Revista o libro: | Premio UPC 2004 |
Editorial: | Ediciones B Colección Nova ciencia ficción nº180 |
Fecha | Julio de 2005 |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | Premio UPC 2004 |
Otros datos: | |
Saga: | |
Premios obtenidos: | |
Otros datos: | |
Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | Ficha |
ISFDB | Ficha |
Otras fuentes | |
Notas: | |
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Manuel Santos (2005)
Se trata de una de las finalistas de la edición de 2004 del premio UPC y hubiera sido una más que digna ganadora, pues el estilo es mucho más elaborado que el de la obra que finalmente se hizo con el premio, Robo de identidad , de Robert J. Sawyer.
Tabla de contenidos
Las premisas:
La historia tiene lugar en un escenario apocalíptico en el que la temperatura de la Tierra ha descendido hasta el punto de que el planeta es inhabitable para la humanidad. Apenas quedan unas pocas ciudades amuralladas, aunque hace mucho que los que no lograron entrar han muerto congelados. La escasez de recursos ha obligado a criogenizar a la mayor parte de los supervivientes, que esperan así a que los pocos que quedan encuentren una forma de devolver la habitabilidad a la Tierra... o de encontrar otra alternativa.
Sin embargo, esta trama es prácticamente irrelevante y el mérito de la novela se encuentra no tanto en los acontecimientos, sino en la forma de narrarlos.
Estilo y recursos narrativos:
La narración está estructurada en varios episodios cortos. El primero de ellos nos presenta a Ismael Bach despertando contusionado en una nave de la que parece el único tripulante. Tiene un golpe en la cabeza, sangra profusamente, suenan las alarmas... pero él no conoce la nave ni su funcionamiento. El segundo episodio nos presenta a Ismael Bach en una camilla de hospital durmiendo con el cerebro asaeteado de electrodos mientras Elías Starbuck y Judith Dagoo monitorizan su sueño. Ismael Bach sueña que se acaba de despertar contusionado en una nave espacial cuyo funcionamiento desconoce.
Y es que toda la novela discurre en distintos niveles de sueño y/o inmersión en entornos digitales, anidados unos dentro de otros. La información se nos va presentando de forma fragmentada, un poco en cada uno de los episodios, mientras la narración va saltando entre ellos. De esta forma, el lector debe ir construyendo el escenario al tiempo que la trama y los personajes van tomando forma. El estilo es tan confuso como la narración, saltando de la tercera a la primera persona, jugando con distintos tipos de narradores que se van alternando sin aviso alguno a menudo varias veces en una página.
En el escenario de la acción sólo se ha salvado una novela (Moby Dick) y catorce películas, algunas de ellas de ciencia ficción, de forma que la narración es rica en referencias a estas obras y a sus personajes. Así, los personajes de la novela se comparan con los actores de las películas al tiempo que muchas de sus frases son citas a estas quince obras, a menudo para desconcierto de los propios protagonistas, que no saben que una frase les ha sido inspirada porque son el sueño de otro personaje.
Toda esta confusión desconcierta al lector hasta que comprende el cuadro de la acción. Sin embargo, aunque no es una obra de fácil lectura, el estilo es fluido, rico en detalles y matices, y trama y escenario son presentados de forma que incita más a la curiosidad que la confusión, e invita a seguir leyendo para entender qué es lo que sucede.
En definitiva, una obra más que recomendable que bien hubiera merecido el premio al que se presentaba.
Premios:
Finalista:
- 2004: Premio UPC de novela corta.