La auditora
La auditora | |
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Datos de publicación: | |
Título original: | La auditora |
Fecha de publicación: | Mayo de 2019 |
Guión: | Jon Bilbao |
Dibujo/Tinta: | Javier Peinado |
Color: | Javier Peinado |
Editorial: | Astiberri |
Otros datos: | |
Premios obtenidos: | |
Otros datos: | 152 páginas |
Jon Bilbao y Javier Peinado (2019)
La auditora es un cómic con guion del novelista Jon Bilbao y dibujo de Javier Peinado. Se trata de una distopía cercana que trabaja con conceptos clásicos como la imitación de la humanidad (y por lo tanto, la esencia de lo que es humano), el miedo a las máquinas o la dictadura de las corporaciones.
Sinopsis:
La contraportada del libro hace una sucinta introducción al escenario, a modo de esa mítica voz en off al inicio de Blade runner:
- "A mediados del siglo XXI la compañía multinacional Robot Systems logra fabricar robots indistinguibles de los seres humanos. Este logro tecnológico produce, no obstante, decepcionantes resultados prácticos. Los robots causan problemas desde el primer momento por la incertidumbre que generan entre las personas. Prolifera el rechazo, al mismo tiempo que surgen plataformas sociales pro derechos de los robots [...]. Esos robots liberados son los únicos que quedan en funcionamiento, ocultos entre los humanos. Para su mantenimiento y reparación cuentan con una red oculta de militantes que les prestan ayuda.
- Mar, una empleada de Robot Systems, llega a un pequeño pueblo para investigar la posible presencia de un robot escondido. Durante sus indagaciones se enfrenta al miedo de los vecinos, a los caprichos de la familia que rige la localidad y a Automedonte, la temperamental inteligencia artificial que debe ayudarla. "
El cómic:
La trama de la historia no pretende resaltar por su originalidad y por ello las referencias más o menos evidentes son abundantes, empezando por la inevitable y ya mencionada Blade Runner (Ridley Scott, 1982). Robots indistinguibles de los humanos que se esconden, un detective que debe buscarlos sin armar escándalo, corporaciones deshumanizadoras, contaminación… Son elementos muy utilizados, propios del ciberpunk. La aportación de Bilbao es relativa a la ambientación, ese escenario ligeramente retrofuturista, rural, atrasado en algunos aspectos pero con tecnologías sorprendentes como el teletransporte o las armas sónicas. Bilbao apuesta por naturalizar el género, y lo hace bien. La atmósfera opresiva y mezquina de un pueblo de la costa norte española engarza a la perfección en estos motivos de desestructuración social y alienación. Por lo demás, la exposición y progresión de los hechos están bien estructuradas, el ritmo es natural, la acción avanza de manera constante y coherente.
Al otro lado de este tándem artístico, el dibujo de Peinado es eficaz y expresivo. Claro seguidor de la línea clara, con el empleo de colores planos, se percibe tal vez la influencia de un autor como Daniel Torres y su Roco Vargas. El dibujo es limpio, desprovisto de detalles distractores, y la distribución de viñeta, en general, clásica y eficaz. Un estilo igual de sólido que el guion, muy apropiado.
Una obra solvente, cuyo giro final puede llegar a sorprender, lo que deja un poso duradero.