Salud e ingravidez

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Parece que hay bastantes similitudes entre el envejecimiento en la Tierra y los trastornos que se producen en condiciones de microgravedad, como son la pérdida de masa ósea y la debilidad muscular.

Los efectos de la ingravidez provocan una cascada de respuestas que empiezan en tres niveles distintos: los receptores de gravedad, los fluidos y las estructuras corporales que soportan el peso.

Pérdida ósea

Se pierde hueso en las vértebras inferiores, en las caderas y en la parte superior del fémur. La ausencia de estrés en estos huesos hace que liberen más calcio, que se debiliten y se vuelvan más frágiles. Los huesos podrían llegar a ser incapaces de soportar nuestro peso sin romperse.

Este es el caso que nos presentan Bruce Sterling y William Gibson en Estrella Roja, Órbita de Invierno, donde el coronel Korolev, que lleva 20 años viviendo en ausencia de gravedad, se encuentra varado en una estación espacial soviética a punto de ser desmantelada, sin ninguna posibilidad de volver a la Tierra.

La descalcificación y pérdida de minerales tienen otros problemas derivados. Los niveles de calcio circulantes se disparan, y aumenta el riesgo de que los astronautas desarrollen piedras en el riñón o calcificaciones en los tejidos blandos si el viaje fuese suficientemente largo.

Algunas de las recomendaciones para evitar que pierdan masa ósea durante una misión son el ejercicio físico y los cambios en la dieta, pero no son del todo efectivas.

Debilidad muscular

Bajo microgravedad el músculo se debilita o acaba atrofiándose. Algunos cambios que ocurren son: disminución del tamaño del músculo, destrucción de la proteína muscular, pérdida de la resistencia, cambios en las fibras musculares... Para un astronauta, la fuerza de la gravedad que encuentra al descender a la Tierra se convierte en algo desacostumbradamente grande.

El ejercicio durante el vuelo mejora la función del músculo, pero no es suficiente para prevenir su debilitamiento. Se están investigando soluciones más eficaces, con fármacos, hormonas y terapia génica.

Mareo y desorientación

El oído interno, el órgano de equilibrio de nuestro organismo, en algunos casos resulta gravemente afectado por la ausencia de gravedad. El resultado es una sensación de nausea y desequilibrio, el llamado “mareo espacial”, que puede prolongarse durante días. Vomitar en esas condiciones resulta especialmente peligroso. Al no existir gravedad que haga caer los residuos, estos pueden provocar la asfixia del ocupante del traje al quedar flotando dentro del mismo.

En condiciones de gravedad tendemos a orientarnos según una dirección claramente definida que indica “abajo”. En su ausencia se cae en un estado de confusión. En estas condiciones se hace necesario desarrollar todo un nuevo esquema de visión tridimensional para poder desplazarse con efectividad.

Un ejemplo clásico es el de las impresiones del protagonista de Cita con Rama al enfrentarse a su primera visión del interior de la inmensa nave espacial cilíndrica. En su experiencia, pasó de imaginar que se encontraba en el fondo de una inmensa lata a la imagen de un túnel que se abría ante él... para terminar visualizándose cómo un insecto caminando boca abajo sobre la tapadera de la lata.

Contagios

Los datos recogidos hasta ahora sugieren que los viajes espaciales pueden afectar al sistema inmunológico, haciendo que los astronautas sean más propensos a infecciones por microorganismos. Puede que el estrés de los astronautas, la ausencia de gravedad y la falta de sueño debida a este y otros factores (como el tener 16 amaneceres cada 24 horas) debiliten el sistema inmunitario. Así mismo, el espacio reducido que comparte la tripulación podría facilitar el contagio entre los viajeros.

Estrés

Es un problema no causado principalmente por la ausencia de gravedad, pero es muy relevante en todas las misiones en ingravidez actuales. Las condiciones en las que los astronautas tienen que trabajar hacen más probables los errores, y la falta de sueño es especialmente preocupante. Por ello, se están buscando formas para mejorar la actividad mental y física en vuelos de larga duración.

Anemia

Se ha visto que los astronautas tienen dificultades para fabricar células sanguíneas. Esto puede provocar una anemia que suele acarrear problemas al regresar a la Tierra.

Efectos beneficiosos

La ausencia de peso podría servir para prolongar la vida. Nuestro organismo sufre un mayor desgaste al tener que funcionar en un entorno con gravedad. En 2061 de Arthur C. Clarke uno de los protagonistas ha conseguido prolongar su vida hasta los 103 años en perfectas condiciones de salud debido a su ininterrumpida estancia en condiciones de baja gravedad durante décadas. Los cosmonautas ganan estatura debido a que su columna vertebral no ha estado sometida a la compresión que soporta normalmente.