Horizonte de sucesos
El horizonte de sucesos es una superficie imaginaria que rodea la singularidad de un agujero negro. Es la superficie que une los puntos a partir de los cuales la gravedad es tan intensa que incluso a la luz le es imposible escapar. Dicho de otra forma: dentro de esta superficie la velocidad de escape es mayor que la velocidad de la luz.
Debido a esta característica, durante mucho tiempo se creyó que los agujeros negros no permitían que escapara al exterior ninguna información. Sin embargo, en 1976 el físico inglés Stephen Hawking tomó en consideración los efectos cuánticos que tenían lugar en el horizonte de sucesos.
Hawking se basa en uno de los postulados del Principio de Incertidumbre de Heisenberg. Según éste, en el vacío pueden formarse durante breves instantes pares de partícula-antipartícula que, al desintegrarse, devuelven la energía utilizada durante su formación (en todo momento la suma de masa y energía se conservado constante; sólo ha habido una transformación de una en otra y de nuevo a la primera).
Pero si esto ocurre en el horizonte de sucesos, es posible que una partícula se emita al interior y otra al exterior. Así resulta que el agujero negro sí emite radiación y que, a escalas comparables a la edad del Universo, pierde masa (si bien se trata de una pérdida absolutamente despreciable).