Heroína fantaerótica
La heroína fanterótica es un personaje estereotipado que aparece a menudo en las obras de ciencia ficción. Como todo estereotipo, ayuda al lector o espectador a identificar cláramente al personaje, sin necesidad de perder el tiempo en descripciones. Por otra parte, el estereotipo resta profundidad al personaje, por lo que su uso es más frecuente en obras breves y de argumentos sencillos.
Se trata de un personaje femenino de gran sensualidad y una marcada personalidad y en las que recae el peso de la acción, acción que a menudo estaba supeditada a enfatizar la sensualidad y libertad sexual del personaje.
Un ejemplo claro de este tipo de heroínas es Barbarella (tanto el cómic de de Jean-Claude Forest (1962) como su adaptación cinematográfica de 1968) o Lorna (1981).
En la película animada, Heavy Metal (1981) podemos ver ejemplos de este estereotipo, como en el caso de la periodista del corto So Beautiful and So Dangerous, cuya desinhibición sexual hace que asuma con normalidad el sexo con un robot. Sin embargo, Taarna, o su homóloga Julie de la secuela Heavy Metal 2000, no pueden ser consideradas propiamente como fantaeróticas, a pesar de su exuberancia, su carácter independiente y su escueta vestimenta. A ambas les falta cierta candidez y dulzura y, sobre todo, la adecuada complacencia sexual, para cumplir este rol. Taarna o Julie se corresponden con otro icono erótico fantástico más relacionado con el sadomasoquismo: lo mismo cumplen el papel de castigadoras que reciben maltratos que, sin embargo, no someten su voluntad.
