El hombre en el laberinto
El hombre en el laberinto | |
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Autor: | Robert Silverberg |
Otros títulos: | |
Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | The Man in the Maze |
Revista o libro: | Libro independiente |
Editorial: | If |
Fecha | Abril de 1968 |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | El hombre en el laberinto |
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Saga: | |
Premios obtenidos: | |
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Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | Ficha |
ISFDB | Ficha |
Otras fuentes | |
Notas: | |
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Robert Silverberg (1968)
El hombre en el laberinto es una novela corta escrita por Robert Silverberg y publicada por primera vez en dos partes, en la revista If, entre abril y mayo de 1968.
Las premisas:
Richard Muller es un gran hombre, un explorador y diplomático que ha recorrido más de cien mundos representando a la Tierra ante los pueblos de otros planetas colonizados por la humanidad. Por eso fue la opción elegida para representar a la humanidad ante los extraterrestres de Beta Hydri IV, la primera civilización extraterrestre con la que la raza humana toma contacto.
Durante su misión algo terrible ocurre y Muller resulta dañado de forma que se convierte en un apestado, por lo que decide exiliarse en las ruinas de la ciudad laberinto de Lemnos.
Sin embargo, tras nueve años de aislamiento, una nave aterriza en Lemnos con una misión para Muller.
La novela:
La novela está escrita con corrección, con algunos momentos notables y se lee con facilidad.
Si en algo destaca respecto a la literatura de la edad de plata y merece ser considerada nueva ola (la época en la que la ciencia ficción comenzó, por fin, a dar buena literatura más allá de ser una literatura de ideas) es porque el eje de la novela es la psicología de Muller. El escenario de la ciudad (unas ruinas alienígenas laberínticas llenas de trampas) podría haber servido como eje de una novela más clásica; el posible enfrentamiento de la humanidad con otras civilizaciones extraterrestres y los muchos planetas que imagina podrían haber dado lugar a una Space Opera tradicional... pero Silverberg decide dejar de lado estos temas ya manidos en el '68 para centrarse en su personaje protagonista.
Así, el eje de la novela es Muller, un hombre que no puede evitar irradiar sus sentimientos negativos (odio, resentimiento, ira...), lo que hace difícil, cuando no físicamente doloroso, permanecer a su lado. Sus amigos y afines le evitan, incapaces de soportar su cercanía, por lo que decide exiliarse y dejar atrás la humanidad. Muller entiende que la gente le esquive, que quieran evitar el dolor que produce su presencia, pero siente también que la humanidad está en deuda con él por sus servicios, y sabe que sus sentimientos no son peores que los de cualquier otro, aunque él no los pueda esconder. Por este motivo no puede sino odiar a una humanidad que siente que le ha abandonado cuando más necesita su ayuda.
Pese a todo, a la novela se le notan los años. Resulta especialmente llamativo el papel de los personajes femeninos, si es que merece tal nombre. Los protagonistas principales son todos hombres y las mujeres, cuando aparecen, no son sino sus amantes, compañeras de cama de piel suave y pechos duros, cuerpos que acariciar y poseer, notablemente mejores que los "cubos femeninos" que las sustituyen en las naves espaciales o en el retiro de Muller.
Pese a todo, la novela es breve y no deja de resultar interesante.