La persistencia de la visión
- Nota: Este artículo se refiere a la novela corta de John Varley. Para otros usos ver: La persistencia de la visión (Desambiguación).
La persistencia de la visión | |
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Autor: | John Varley |
Otros títulos: | |
Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | The Persistence of Vision |
Revista o libro: | The Magazine of Fantasy and Science Fiction |
Editorial: | Mercury Press |
Fecha | Marzo de 1978 |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | Lo mejor de los premios Nebula (1994) La persistencia de la visión (Antología) |
Otros datos: | |
Saga: | |
Premios obtenidos: | Nebula Premio Hugo Premio Locus |
Otros datos: | |
Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | Ficha |
ISFDB | Ficha |
Otras fuentes | |
Notas: | |
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John Varley (1978)
La persistencia de la visión es una de las obras más famosas de Varley, muy característica de los temas e inquietudes de este autor y muy representativa también de la época en que fue escrita, una nueva ola interesada en la psicología humana y los prejuicios y tabúes sociales.
Tabla de contenidos
La trama:
En un futuro cercano a la época en que fue escrita, las cíclicas depresiones económicas, así como otros desastres tecnológicos (se menciona una accidente nuclear que ha dejado contaminada una extensa franja y ha arrasado ciudades enteras) empuja al protagonista, un hombre maduro, a emprender un viaje de aventura, cruzando Estados Unidos a pie, desde la atestada conurbación de Chicago hasta California.
Cerca de su destino, y tras pasar por diversas comunidades alternativas más o menos exitosas, tropieza casi por casualidad con una comunidad de ciegos y sordos, aparentemente autosuficiente y casi utópica.
El viajero se quedará durante meses, aprendiendo su particular forma de percibir (a través únicamente del tacto, el gusto y el olfato) e irá descubriendo el tipo de sociedad en que estas aparentes limitaciones deriva.
El relato:
La base del éxito de la obra se basa en que Varley ataca frontalmente diversas ideas preconcebidas por nuestra sociedad, eminentemente basada en la visión.
Varley consigue hacer creíble una sociedad de sordo-ciegos que gracias a su enorme dedicación y a su particular inteligencia, construyen una comunidad independiente, libres de la tutela del común humano que no les comprende ni les podrá comprender.
Arremete en primer lugar contra la discriminación automática de este tipo de personas, sean sordas, mudas o tengan cualquier otro trastorno que aparentemente les haga ser “dependientes” de una sociedad creada por individuos normotípicos para individuos normotípicos.
Varley nos obliga a retirar la venda que tan gentilmente nos hemos colocado y nos señala que si estos individuos son dependientes es porque la sociedad en la que viven no está pensada para ellos. Preferimos ejercer la caridad a realizar verdaderas adaptaciones porque, al fin y al cabo, estas personas son una minoría y nuestra sociedad está basada en el bien de la mayoría.
Al margen de cómo estas reflexiones iniciales puedan impactar al lector, la novela se desarrolla en función de cómo el protagonista va descubriendo la extraña sociedad sordo-ciega, partiendo del aprendizaje de su propio lenguaje, basado en el tacto, y que prácticamente determina el modo de relacionarse.
Se trata de una tesis interesante, la de la sociedad construida entorno al lenguaje. Y en este sentido, nuevamente, reside el otro acierto de Varley. La plausibilidad de su hipótesis hace que el lector acepte el pacto de ficción y se sumerja en la sociedad descrita pasando por encima de tabúes muy fuertes como la homosexualidad o el sexo con personas que, aunque mentalmente deben ser consideradas adultas, legalmente no dejarían de ser jovencísimos adolescentes.
Sin embargo, pese al brillante uso de estas herramientas literarias, el estilo en el que está escrito el relato parece no estar a la altura. Sin duda, es sobrio y sencillo, pero no todo lo fluido que sería deseable. A ratos, recuerda casi de forma inevitable a las obras de viajes a territorios imaginarios, pioneras de este tipo de ciencia ficción utópica, como Los viajes de Gulliver (Jonathan Swift, 1726).
Premios:
Obtenidos:
- 1979: Premio Nebula de novela corta
- 1979: Premio Hugo de novela corta
- 1979: Premio Locus de novela corta
- 1999: Encuesta Locus, 3ª mejor novela corta de todos los tiempos
Finalista:
- 1979: Premio Ditmar a mejor cuento largo extranjero
La antología:
Esta novela corta, fue conjuntamente publicada en la antología del mismo nombre en 1978, alcanzando la publicación los siguientes premios:
- 1979: Premio Locus a mejor colección de un único autor
- 1980: Prix Apollo
- 1985: Premio Gigamesh de antología