La polilla en la casa del humo
| La polilla en la casa del humo | |
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| Autor: | Guillem López |
| Otros títulos: | |
| Datos de primera publicación(1): | |
| Título original: | La polilla en la casa del humo |
| Revista o libro: | La polilla en la casa del humo |
| Editorial: | Aristas Martínez. Colección Pulpas |
| Fecha | abril de 2016 |
| Publicación en español: | |
| Publicaciones(2): | La polilla en la casa del humo |
| Otros datos: | |
| Saga: | |
| Premios obtenidos: | Premio Ignotus |
| Otros datos: | |
| Fuentes externas: | |
| Tercera Fundación | [{{{URL-3F}}} Ficha] |
| ISFDB | [{{{URL-ISFDB}}} Ficha] |
| Otras fuentes | {{{URL-OtrasFuentes}}} |
| Notas: | |
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Guillem López (2016) ´
Tabla de contenidos
Las premisas:
Veintiuno es un paria en el pozo. A punto de convertirse en un adulto, su porvenir no parece nada halagüeño en ninguna de sus opciones:
Puede aceptar el destino que se espera de él, entregarse el "dios de la mecánica", permitir que su cuerpo sea modificado y dedicar el resto de su corta vida a una agotadora rutina de trabajar perforando nuevas galerías.
Puede rechazar ser útil, y abrazar una existencia como un no modificado, sin trabajo, tratar de malvivir de la basura, los restos y la limosna hasta acabar sus días aplastado por un minero loco, ajusticiado por la guardia o asesinado en cualquier rincón para ser vendido por partes.
O puede ser audaz y tratar de medrar en el hampa, aunque para ello tenga que vender a sus propios amigos y familiares.
En ningún caso su vida será larga, pero quizás pueda engañar lo sufriente como para emborracharse, drogarse y follarse a algunas putas antes de que todo se derrumbe.
La novela:
La obra advierte enseguida de sus intenciones, contar una historia centrada en la violencia, el sexo y las drogas, y crea para ello un escenario, el pozo, en el que la decadencia y la opresión, la ley del más fuerte y el abuso, se han convertido en moneda corriente.
El origen de esta distopía no es explicado y apenas se hacen algunas referencias a que en la superficie del planeta aún sobreviven algunas ciudades, pero ya no existen los antiguos imperios ni su esplendor. Aun así, la superficie se concibe, para los habitantes del pozo, como una especie de paraíso, un lugar al que los muy afortunados pueden escapar ilegalmente.
Sin embargo, lo más perturbador no es el hecho de que la sociedad entera desarrolle su vida bajo tierra, en un perpetuo minar recursos con los que comerciar con la superficie, sino la pura locura de esta sociedad. Regida por una religión que incita a la modificación quirúrgica de sus fieles para convertirlos en medio máquinas destinadas a la producción, el resultado de estos factores deshumanizantes (amputaciones rituales, obediencia religiosa, privación de espacios abiertos...) parece haber favorecido el desarrollo de una verdadera patología comunal en el que la familia ha sido desestructurada y el apoyo entre individuos es inexistente, las lealtades son nulas y la vida humana, irrelevante. El pozo es un verdadero infierno ausente de cualquier tipo de respeto por la dignidad humana y el protagonista de la novela, Veintiuno, es un claro ejemplo de esto.
En principio, se trata de un escenario interesante que merece la pena ser explorado. Sin embargo, lo extremo del mismo y, en particular, lo extremo de que absolutamente todas las relaciones interpersonales aparezcan sociapatibilizadas, deja poco recorrido a la especulación. Así, aunque se plantean interesantes cuestiones, esta lógica impide desarrollarlas y la obra resulta en un elaborado ejercicio de estilo antes que en una propuesta a la reflexión.
A veces este ejercicio de estilo resulta incluso demasiado evidente, como cuando el protagonista-narrador adopta posturas metaliterarias. En otras ocasiones, el pacto de ficción entra en conflicto con este estilo, como cuando el lenguaje y bagaje cultural del protagonista parecen desmentir el presupuesto de que éste ha desarrollado su infancia lejos de cualquier influencia positiva de algo que remotamente pudiera semejar a una estructura social, como pudiera ser una escuela.
En definitiva, una novela corta, rápida de leer, interesante y con muchas posibilidades de mayor desarrollo, pero que cae corto y termina por ser un entretenimiento que da para debatir lo que hubiera podido ser más que para ponderar lo que realmente ha conseguido.
Premios:
Obtenidos:
- 2017: Premio Ignotus a mejor novela
Finalista:
- 2017: Premio Kelvin 505 a mejor novela en castellano
- 2017: Premio Celsius de la Semana Negra de Gijón a mejor novela en castellano
