Tiempo muerto
Tiempo muerto | |
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Autor: | José Antonio Cotrina |
Otros títulos: | {{{Otros títulos}}} |
Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | Tiempo muerto |
Revista o libro: | 'Premio UPC 2001' |
Editorial: | Ediciones B Colección Nova ciencia ficción nº149 |
Fecha | abril de 2002 de {{{Año}}} |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | 'Premio UPC 2001' |
Otros datos: | |
Saga: | No pertenece a ninguna saga |
Premios obtenidos: | Mención especial UPC |
Otros datos: | No hay otros datos |
Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | [{{{URL-3F}}} Ficha] |
ISFDB | [{{{URL-ISFDB}}} Ficha] |
Otras fuentes | {{{URL-OtrasFuentes}}} |
Notas: | |
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José Antonio Cotrina ({{{Año}}})
José Antonio Cotrina (2002)
Tiempo muerto es una interesante novela acerca de viajes en el tiempo y sus posibles paradojas. Tras un inicio bastante común, al que se le puede tildar de excesivamente visitado, la novela se adentra en una suave elucubración acerca de la naturaleza del tiempo aderezada con un misterio en torno al asesinato de un importante científico. El final, aún no siendo especialmente novedoso (tras un siglo de ciencia ficción, es difícil proporcionar nuevos finales sorprendentes), es inteligente y proporciona un clímax adecuado para una obra que va mejorando página a página.
Tabla de contenidos
La trama:
Una historiadora es repentinamente reclutada (mediante el ofrecimiento de una cantidad de dinero que no se puede rechazar) para entrar a formar parte de un grupo investigador ultrasecreto con base en el continente Antártico llamado Cronos y que ha conseguido desarrollar una tecnología que permite ver el pasado como si fuera una película. Aunque Cotrina cientifiza la explicación postulando una nueva partícula fundamental, el cronión, la base del relato no es diferente de la propuesta por Isaac Asimov en su relato El pasado muerto (1956) y, de hecho, así queda sugerido en una conversación entre dos personajes.
Pronto es informada de que uno de los motivos por los que ha sido reclutada es descubrir las causas del aparente suicidio de su predecesor, un misterio que pude estar relacionado con sus investigaciones temporales. ¿Descubrió algo en el pasado que le hizo enloquecer?
La naturaleza del tiempo:
Cotrina no posee una fuerte formación científica, aunque por lo general se cuida de cometer graves errores en sus obras. Sin embargo, hay que considerarlo un escritor más propenso a explotar la faceta lúdica del género y su sentido de la maravilla antes que la vertiente dura.
En este caso, la base de partida de la novela es la existencia de unas partículas elementales, los croniones, descubiertas cuando se perseguía al mismísimo gravitón. El gravitón sería el bosón portador de la Interacción gravitatoria del mismo modo que el fotón lo es de la Interacción electromagnética.
Cotrina no aclara la naturaleza del cronión, y es mejor no intentarlo. De entrada, no hay postulada una interacción (¿la interacción temporal?) que permita suponer su funcionamiento como bosón portador. El tiempo, por otra parte, es comúnmente admitido como una dimensión física, un grado de libertad, algo absolutamente independiente de la misma materia.
¿Qué son los croniones? Ni idea y, en esencia, carece de importancia en el relato. Son partículas mágicas recubiertas de apariencia científica que permiten ver y oír el pasado, eso es lo importante.
También hay que indicar que Cotrina tiene otro interesante relato basado en elucubraciones acerca de la naturaleza del tiempo, Amanecer (2004). Ambos son obras interesantes y dotadas de cierta maravilla, pero muy alejadas del rigor científico.
Premios:
Finalista:
- 2001: Mención de aprecio del premio UPC de novela corta