Mortal Engines
| Mortal Engines | |
|---|---|
| Ficha técnica | |
| Título original: | Mortal Engines |
| Nacionalidad: | EE.UU. |
| Estreno 1: | 5 de diciembre de 2018 |
| Duración: | 128 min. |
| Ficha artística | |
| Dirección: | Christian Rivers |
| Guión: | Fran Walsh, Philippa Boyens, Peter Jackson (basada en una novela de Philip Reeve) |
| Producción: | Peter Jackson, Amanda Walker, Fran Walsh, Zane Weiner |
| Fotografía: | Simon Raby |
| Música: | Junkie XL |
| Reparto: | Hugo Weaving, Hera Hilmar, Robert Sheehan, Jihae, Ronan Raftery, Leila George, Patrick Malahide, Stephen Lang, Joel Tobeck, Frankie Adams, Colin Salmon, Caren Pistorius, Stephen Ure |
| Información suplementaria | |
| Otros datos: | |
| Imdb: | Ficha en Imdb |
| Notas: | |
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Christian Rivers (2018)
Las premisas:
El escenario que se plantea está ambientado en un futuro en el que, tras una guerra cuyas causas no se explican, la Tierra ha sido arrasada. Para poder sobrevivir las ciudades se han elevado sobre ruedas y orugas y corren por la superficie agotando los recursos y depredándose entre ellas.
Además de estas ciudades en movimiento existen otras estáticas protegidas por un muro infranqueable, así como una pléyade de ciudades menores y asentamientos que se reúnen ocasionalmente para comerciar con aquello y aquellos que rapiñan, por lo que los páramos desiertos resultan ser lugares peligrosos.
La trama comienza cuando la ciudad de Londres fagocita a una pequeña colonia minera. Entre los habitantes de esta última se encuentra Hester Shaw, cuyo objetivo es asesinar por venganza a Thaddeus Valentine, máximo historiador de la ciudad de Londres. Sin embargo, el joven Tom Natsworthy se interpone y tanto él como Hester acaban cayendo fuera de la ciudad, al páramo.
La película:
A pesar de no ser una ucronía victoriana la película tiene una fuerte estética steampunk que permite clasificarla como tal, al tiempo que resulta ser su mayor valor.
Se trata de una historia de acción y aventuras con personajes planos y estereotipados que sigue escrupulosamente el manual, con un buen ritmo salvo en algunas escenas de acción y lucha que se alargan innecesariamente.
Su mayor virtud, la estética de los diseños de producción, viene unida a su mayor defecto: un exceso de efectos visuales que llegan a ser abrumadores cuando la cámara sigue a los protagonistas a través de largas escenas en las que corren a través de, saltan por encima de, son golpeados por, y golpean a miles de elementos que surcan la pantalla de un lado a otro. Estas mismas escenas abusan de cortes en los que la acción salta de un lado a otro, facilitando el montaje pero no el seguimiento de la acción por un espectador que ha sido ya aturdido por el exceso de elementos que distraen su atención.
Pese a todo, el ritmo es en general bueno, y la espectacularidad de las imágenes hacen a la película entretenida y fácil de ver, si bien resulta difícil creer que pueda ser disfrutada fuera de la gran pantalla del cine.
