Diferencia entre revisiones de «Zombi»
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Última revisión de 16:38 11 feb 2018
Dentro del contexto de la ciencia ficción se entiende como zombi (o zombie) a una persona que se mueve sin voluntad propia más allá del deseo de alimentarse de otros humanos, a los que ataca, y cuya mordedura transforma a su víctima en zombi.
Si bien el concepto tradicional de zombi es el de un humano revivido mediante artes de vudú u otro tipo de magia, la ciencia ficción lo ha asimilado a través de la idea de una infección, dotándolo de plausibilidad y convirtiéndolo en una forma de amenaza biológica. De esta forma, ha llegado a convertirse en un subgénero muy popular y con una mitología propia.
El desarrollo de la trama puede ser muy dispar, convirtiéndose en una forma de apocalipsis biológico y, en consecuencia, siguiendo el desarrollo típico de todo escenario apocalíptico, o bien ser empleado como una metáfora de alienación en obras más o menos críticas con su sociedad.
Tabla de contenidos
Los zombis en la ciencia ficción:
Origen del subgénero:
Probablemente la primera obra que enfocó el tema de los zombis desde un punto de vista de ciencia ficción fue La noche de los muertos vivientes (1968), de George A. Romero. En esta película no queda claro el origen del fenómeno, pero se establece lo que luego será el estereotipo del zombi dentro del género: un ser sin voluntad que se mueve en masas y que infecta a aquel que muerde.
Romero seguiría su saga de zombis con otras películas que lo hicieron una referencia obligada. No sería el único autor, terminando por convertirse los zombis en todo un tópico de la serie B de terror.
Nueva hornada:
En 2002 se estrena 28 días después. Esta película supuso un resurgir del subgénero de zombis con un nuevo enfoque. En esta película el origen de los zombis está perfectamente identificado: un virus escapado de un laboratorio de investigación animal que infecta a humanos volviéndolos violentos. De esta forma, de la brujería y el terror pasamos a una explicación más o menos plausible y con un desarrollo racional, lo que permite englobar el fenómeno dentro del genero de ciencia ficción.
En The Walking Dead (2010) se incide en esta idea de la infección llegando más lejos al presentar en pantalla un escáner del cerebro de un infectado en el que se ve la actividad cerebral en el momento de convertirse en zombi.
El estereotipo del zombi actual no es, pues, un ser reanimado por brujería y controlado por un chamán, sino un infectado que se alimenta de carroña y que, a su vez, puede infectar a aquellos a los que muerde. Se trataría de una enfermedad virulenta que se contagia a través de la saliva y la sangre, por lo que el mordisco de un infectado la transmite de forma casi inmediata. La enfermedad causa graves trastornos, destruyendo totalmente la personalidad del infectado, que se vuelve agresivo, intentando devorar a los que permanecen sanos, infectándolos con sus mordiscos.
La metáfora del zombi:
Resulta interesante especular acerca de los motivos de que esta forma de "monstruo" haya resultado tan interesante, llegando a ser más terrorífica que otros monstruos.
Se ha especulado con la idea de que el zombi, al carecer de personalidad, recuerdos, inteligencia o, incluso, nombre, es una representación de la masa. Otros monstruos tienen nombre, personalidad; convertirse en un vampiro es pasar a una forma de vida que puede ser terrible, pero convertirse en zombi es anularse por completo, perder la identidad, desaparecer en vida.
Algunos han querido ver en los zombis un símbolo de la masa, una forma de crítica a una sociedad alienante. Ejemplo de esto podría ser una de las secuelas de Romero en la que, cuando los zombis asedian el centro comercial, los protagonistas concluyen que los zombis acuden allí porque es a donde iban en vida.
Puede haber algo de ello en casos muy concretos como esa frase, pero quizá sea dar demasiadas pretensiones a un subgénero que parece más bien orientado a un público fácil.