Vuelo a Marte
Vuelo a Marte | |
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Ficha técnica | |
Título original: | Flight to Mars |
Nacionalidad: | EE.UU. |
Estreno 1: | 11 de noviembre de 1951 |
Duración: | 72 min. |
Ficha artística | |
Dirección: | Lesley Selander |
Guión: | Arthur Strawn |
Producción: | |
Fotografía: | Harry Neumann |
Música: | Marlin Skiles |
Reparto: | Marguerite Chapman, Cameron Mitchell, Arthur Franz, Virginia Huston, John Litel, Morris Ankrum, Richard Gaines, Lucille Barkley, Robert Barrat |
Información suplementaria | |
Otros datos: | No hay otros datos |
Imdb: | Ficha en Imdb |
Notas: | |
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Lesley Selander (1951)
En poco más de una hora esta película consigue resumir todos los tópicos del cine de ciencia ficción de los años '50.
La trama:
Comienza con la noticia de un cohete a Marte cuya construcción se ha realizado en secreto y para el cual no se ha previsto una forma de regreso, confiando en que los valientes científicos astronautas encontrarán allí la manera de volver.
Durante el viaje interplanetario no falta la lluvia de asteroides ni el problema técnico que obliga a un aterrizaje accidentados, ya comunes en este tipo de películas.
Tras el aterrizaje, los tripulantes del cohete se encuentran con una civilización extraterrestre tecnológicamente avanzada, pero que desconoce la energía nuclear. Estos extraterrestres se comprometen a ayudar a los astronautas en la reparación del cohete y los llevan a su ciudad subterránea, donde los viajeros descubren toda una serie de tecnologías que les resultan increíbles.
Sin embargo, y como era de esperar, tras tanta amabilidad hay oscuras intenciones.
La película:
Esta trama tan previsible es soporte para una película también tópica y previsible en otros muchos aspectos.
Por una parte se encuentran los personajes, completamente planos, sin profundidad ni evolución posibles en unos roles perfectamente preestablecidos: el científico noble, la chica aventurera, el periodista solitario, el villano... todos ellos se comportan como es previsible, desde actos heroicos hasta unas escenas de "pasión" que hoy en día resultan ridículas.
Los efectos especiales y decorados son burdos: maquetas que se mueven con torpeza, paneles de cartón piedra inclinados para dar sensación de una arquitectura extraña... sólo una breve escena en la que se ve la ciudad en su conjunto merece algo de atención, si bien no está mucho mejor realizada que las maquetas de Metrópolis (1927), en la que están claramente inspiradas.
Pero si algo hay que destacar son los vestuarios. No sólo los trajes espaciales de los marcianos (que con ellos parecen extraños muñecos multicolores), sino los trajes que entregan a los astronautas o los que ellos mismos llevan en su ciudad. Estos trajes bien podrían aparecer en una película medieval de la misma época, pues todos ellos llevan un claro escudo en el pecho con un icono que los identifica (rayos, armas, o un cohete para los visitantes de la Tierra). Todavía más ridículos son los trajes de las protagonistas, con una hombreras puntiagudas y unas minifaldas que apenas llegan a los mínimos considerados decentes en aquella época, dejando totalmente a la vista las piernas de las actrices e insinuando mucho más.
Cualquier fotograma de la película tiene impreso el sello de la "Serie B" de aquellos años.
Respecto al resto de la película, y a pesar de ser un clásico de la primera época dorada del cine de ciencia ficción, no tiene nada que permita hacerla destacar, y no tiene hoy en día más interés que el puramente documental (salvo para los aficionados a la serie B, que seguramente podrán encontrarle un cierto encanto).