Viaje octavo
Viaje octavo | |
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Autor: | Stanislaw Lem |
Otros títulos: | |
Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | Podróż ósma |
Revista o libro: | Dzienniki gwiazdowe (Diarios de las estrellas) |
Editorial: | Wydawnictwo Literackie |
Fecha | Fecha desconocida de 1966 |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | Diarios de las estrellas |
Otros datos: | |
Saga: | Saga de Ijon Tichy |
Premios obtenidos: | |
Otros datos: | |
Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | Ficha |
ISFDB | Ficha |
Otras fuentes | Ficha en Lemopedia |
Notas: | |
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Stanislaw Lem (1966)
Viaje octavo es un relato de Lem publicado originalmente en polaco en la antología Diarios de las estrellas, en su versión de 1966, a cargo de Wydawnictwo Literackie. La antología recogía los relatos anteriores de Tichy y añadía algunos más, como este Viaje octavo.
La trama:
Ijon Tichy, de manera harto inopinada, ha sido elegido delegado de la Tierra ante la Organización de Planetas Unidos (OPU) y debe asistir a la sesión, en principio rutinaria, en la que se va a proponer a nuestro planeta como miembro de pleno derecho de la organización.
El encargado de proponer la candidatura de la Tierra corre a cargo del vicepresidente de la delegación tarracana, un ser al que Tichy confunde al principio con una maciza máquina de refrescos.
Pronto, Tichy comprende que el vicepresidente no conoce prácticamente nada de la historia de la humanidad y sus cuestionables logros, como el uso de la energía atómica con fines destructivos. El desastre se va perfilando cada vez más claro cuando, ante la asamblea, Tichy constata que los miembros de la OPU parecen ser todos sólidas máquinas con muy poco aprecio por las características físicas e intelectuales de unos seres orgánicos, endebles y lamentables como los humanos, que pretenciosamente se denominan a sí mismos homo sapiens.
El relato:
Lem despliega una gran ironía y crítica ante la autocomplacencia que muestra, en su mayoría, el ser humano, y reflexiona indirectamente sobre las posibilidades de que la vida inteligente en la galaxia haya podido desarrollarse a partir de seres más robustos en lo físico y en lo intelectual, seres mecánicos. Para ellos, el surgimiento de la vida en un planeta como el nuestro podría ser una auténtica imposibilidad, y Lem introduce el concepto en el relato de panspermia: la lamentable forma de vida surgida en la Tierra no puede ser otra cosa que un accidente o una travesura malintencionada.
Finalmente, el bizarro encuentro resulta ser una pesadilla de Tichy, algo que ya anticipaba Lem en la introducción a la antología de 1966, firmada por el profesor Tarantoga.