Sunshine
| Sunshine | |
|---|---|
| Ficha técnica | |
| Título original: | Sunshine |
| Nacionalidad: | Reino Unido / EE.UU. |
| Estreno 1: | 23 de marzo de 2007 |
| Duración: | 107 min. |
| Ficha artística | |
| Dirección: | Danny Boyle |
| Guión: | Alex Garland |
| Producción: | DNA Films y otros |
| Fotografía: | Alwin H. Küchler |
| Música: | John Murphy |
| Reparto: | Cillian Murphy, Chris Evans, Rose Byrne, Cliff Curtis, Michelle Yeoh, Hiroyuki Sanada, Benedict Wong, Troy Garity, Mark Strong, Chipo Chung (voz) y Paloma Baeza. |
| Información suplementaria | |
| Otros datos: | No hay otros datos |
| Imdb: | Ficha en Imdb |
| Notas: | |
| |
Danny Boyle (2007)
Sunshine es una película producto de la colaboración entre Danny Boyle y Alex Garland, quienes ya trabajaron juntos en 28 días después (2002).
Tabla de contenidos
La trama:
Medio siglo en el futuro, en el año 2057, el Sol está decayendo a una muerte prematura. Para tratar de reiniciar la estrella en su ciclo de fusión de hidrógeno, se ha lanzado una misión científica, la Icarus II, que trasportará una bomba construida con material fisionable terrestre y de la masa de Manhattan.
Como su nombre indica, se trata de la segunda misión que realiza el intento, el último del que dispone el planeta pues ha agotado los recursos para construir una bomba más. Una reducida tripulación de ocho astronautas será la encargada de entregar la bomba en las cercanías del astro, en una misión larga y marcada por la alta exigencia psicológica de los tripulantes, encerrados en un espacio reducido, presionados por la magnitud de la responsabilidad y fascinados por la presencia apabullante del Sol, cada vez más grande.
La película:
Sunshine ha sido una película bastante infravalorada, quizás porque su premisa inicial parecía acercarla a la ciencia ficción de serie B. Sin embargo, su nóvum, aún siendo improbable, resulta plausible y la obra mantiene una sólida coherencia interna. Pero más allá de los aspectos científicos, que merecen ser comentados aparte, Sunshine es una película con un gran ritmo, con un plantel de actores muy creíbles y diversos y que mezcla reflexiones propias de la ciencia ficción especulativa con aspectos propios de las películas de acción e incluso de terror sin que la mezcla se resienta, acompañada siempre por una magnífica banda sonora y fotografía.
Resulta interesante recomponer la película a través de sus influencias. Desde el principio, cuando el espectador es puesto en antecedentes por la voz en off de Capa, el científico interpretado por Cillian Murphy, se le suministra claros indicios de que la tragedia griega va a marcar el desarrollo de los acontecimientos. La nave espacial ha sido bautizada Icarus II, en referencia al mito griego del hijo de Dédalo que voló demasiado cerca del Sol, destino que parece haber encontrado la primera Icarus. Esto sugiere la presencia de cierto hibris, el destino fatal que aguarda a los meros humanos que quieren equipararse a los dioses, en este caso, a la tripulación que quiere dominar el Sol. El propio Sol recibirá a la largo de la película un tratamiento ambiguo, con un estatus de veneración, como dador de vida y destructor.
Los ocho astronautas que conforman la misión parecen igualmente envueltos en esta fatalidad y desde el principio todos parecen asumir, de manera implícita, que el enorme riesgo de la misión hace poco probable su regreso. En sí mismos, resultan un grupo diverso que trata de representar a la propia humanidad: chinos, japoneses, americanos, europeos... Se puede observar, pese al poco tiempo que cada uno tiene asignado en pantalla, que todos ellos tienen personalidades distintas e historias personales, no son meros cascarones que cumplen un papel estereotipado. Estas historias están presentes aunque no se narran explícitamente, sino que se intuyen en las escenas comunes que muestran de manera indirecta la vida en la nave. Boyle sabe economizar enormemente el metraje e incluso las escenas en apariencia más contemplativas tiene una alta densidad de información en este sentido.
Sin duda, dos obras que han influido decisivamente en la película son 2001: Una odisea del espacio (Stanley Kubrick, 1968) y Alien, el octavo pasajero (Ridley Scott, 1979), no solo por el tratamiento de la rutina de las tripulaciones antes mencionado, sino también por la estética y el ritmo. La pequeñez del ser humano frente al cosmos de la primera, el enfrentamiento de personas convencionales a situaciones extraordinarias y el encierro en un escenario único y claustrofóbico de la segunda son motivos importantes en el desarrollo de la obra.
En lo visual, se pueden apreciar una diversidad de técnicas narrativas y una fotografía notable, todo arropado siempre por una banda sonora construida a base de sintetizadores que sabe oscilar entre las situaciones íntimas y muy humanas hasta la grandiosidad fantástica del poder del Sol.
Una película notable.
La ciencia de Sunshine:
Brian Cox, científico del CERN y popular divulgador en Gran Bretaña, fue el asesor científico de la película y, entre otras cosas, propuso el mecanismo que podría explicar la muerte prematura del Sol y cómo reiniciarlo. Este mecanismo no se explica de manera explícita en la película, pero sí aparece mencionado en los comentarios del propio Cox a la misma que se pueden encontrar en los contenidos extras del DVD.
Se trataría, a groso modo, de que en el núcleo de la estrella hubiese penetrado un tipo de materia exótica, completamente teórica por el momento, pero posible, llamada Q-ball. Estas Q-ball, originadas durante el Big Bang, son más estables que la materia ordinaria (se argumenta que podría ser parte de esa materia oscura desconocida) y podrían "infectar" el núcleo de la estrella, deteniendo las reacciones de fusión. La bomba tendría el cometido, por lo tanto, de desalojar o desestabilizar esta Q-Ball y permitir la reanudación de las reacciones nucleares.
Aparte de esta aportación, en cierto sentido menor, dado que no es necesario explicar el mecanismo (y de hecho, no se hace) para que la película funcione, Cox asesoró en diversos otros aspectos técnicos. Así, aunque la película asume diversas licencias (como la presencia de gravedad artificial o la congelación de un cuerpo expuesto al vacío del espacio), en general es científicamente acertada.
Otro aspecto científicamente importante es el tratamiento de la psicología de los astronautas, realizado con gran acierto, en especial en lo relativo a los problemas que pueden aparecer en misiones de larga duración, en entornos cerrados y con interrupción de las comunicaciones con la Tierra.
Premios:
Obtenidos:
- 2007: Premios de Cine Independiente Británico a mejor desarrollo técnico
Finalista:
- 2007: Premios de Cine Independiente Británico a mejor actor (Cillian Murphy)
- 2007: Golden Schmoes (4) a película más infravalorada, mejor película de ciencia ficción, efectos especiales y película más extraña
- 2007: Premios Sierra (Las Vegas Film Critics Society) a mejor película
- 2007: Premios Satellite a mejor dirección artística
- 2008: Premios Saturn a mejor película de ciencia ficción
- 2008: Premios Empire (2) a mejor película británica y a mejor película de ciencia ficción
- 2008: Premios de la London Critics Circle Film a mejor director
- 2008: Premios Evening Standard British Film a Alwin H. Küchler
- 2008: Premios de la International Film Music Critics a la banda sonora
- 2008: Premios de la International Online Cinema a los efectos visuales
- 2008: Premios Irish Film and Television a mejor actor (Cillian Murphy)
- 2008: Premios de la Online Film & Television Association a mejores efectos visuales
