Star Trek X: Némesis
Star Trek X: Némesis | |
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Ficha técnica | |
Título original: | Star Trek: Nemesis |
Nacionalidad: | EE.UU. |
Estreno 1: | 9 de diciembre de 2002 |
Duración: | 116 min. |
Ficha artística | |
Dirección: | Stuart Baird |
Guión: | John Logan; sobre un argumento de John Logan, Rick Berman y Brent Spiner (basada en la serie de televisión Star Trek de Gene Roddenberry y Alan Dean Foster) |
Producción: | Rick Berman, Marty Hornstein, Peter Lauritson |
Fotografía: | Jeffrey L. Kimball |
Música: | Jerry Goldsmith |
Reparto: | Patrick Stewart (Captain Jean-Luc Picard), Jonathan Frakes (Comandante William Riker), Brent Spiner (Data), LeVar Burton (Teniente Geordi La Forge), Michael Dorn (Teniente Worf), Gates McFadden (Doctora Beverly Crusher), Marina Sirtis (Deanna Troi), Tom Hardy (Shinzon) |
Información suplementaria | |
Otros datos: | Dirección artística: Cherie Baker, Donald B. Woodruff |
Imdb: | Ficha en Imdb |
Notas: | |
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Stuart Baird (2002)
Tabla de contenidos
La trama:
En el año estelar 56844.9 (año 2379 según el calendario gregoriano) el imperio romulano es actualmente el enemigo más temible de la Federación. Su sistema planetario "hogar" está constituido por dos planetas habitados: Romulus y Remus. Romulus alberga una civilización muy avanzada que ha constituido el imperio romulano. Remus, por su parte, es un planeta que rota con un periodo que iguala su día con el año, por lo que siempre tiene una cara orientada hacia el sol. Esta cara es inhabitable debido a las altas temperaturas, pero acoge a otra civilización inteligente en su cara oscura, los remanos, esclavizados por los romulanos.
En este contexto, se nos muestra a un conjunto de generales del imperio romulano que quieren entrar en guerra con la Federación. Sin embargo, el senado desoye su petición de alianza con Remus para conseguir este fin y los generales deciden asesinar a todo el senado con un arma prohibida por los tratados, la radiación talaron.
Este arma parece operar como un tipo de radiación que afecta a los compuestos orgánicos destruyéndolos rápidamente. Esta radiación, disparada con suficiente intensidad, puede acabar con la vida de un planeta en pocos minutos.
El devenir de los acontecimientos llevará al Enterprise en misión diplomática hasta Romulus, secretamente atraído por el nuevo dictador del imperio, que no es otro que un clon del propio Picard, creado por los romulanos y luego desechado y abandonado en Remus, desde donde ha planeado el golpe de estado.
La película:
Como siempre, aunque en menor medida que en otras entregas de esta serie de películas, la historia parte de numerosos hechos sucedidos con anterioridad (en otras películas e incluso en alguna de las temporadas de las diferentes series de televisión). No obstante, estos hechos, al estar adaptados a diferentes clichés fácilmente identificables, no suelen suponer un gran obstáculo para comprender lo que sucede en pantalla.
Los romulanos poseen una estructura política y social idéntica a la del imperio romano terrestre y los remanos son terriblemente feos y esclavos de los romulanos.
En cuanto a la radiación talaron, nos encontramos, una vez más en Star Trek, con un arma destructora de planetas, pues esta radiación, disparada con suficiente intensidad, puede acabar con la vida de un planeta en pocos minutos. Y una vez más nos encontramos en Star Trek con un tipo de partícula (esta radiación) que no ha sido detectada ni postulada por la ciencia actual pero que tiene unas características muy apropiadas para rellenar algún hueco dramático.
El resto de la película está construida abundando en esta colección de tópicos.
El antagonista de Picard, protagonista de la obra, la némesis que da pie al título, es decir, su lado oscuro, es un clon de su persona, algo nada sutil. El desarrollo de este personaje, ad hoc, de la nada, es igualmente estándar: los romulanos lo crearon con insidiosas intenciones y lo desecharon más adelante. Sin embargo, en vez de destruir el clon y olvidar el asunto, lo enviaron a las minas de dilitio de Remus. Allí, como no podía ser de otra forma, el clon sobrevivió amargado, creció en odio y poder y es el principal artífice del asesinato del actual senado. Ahora es el nuevo líder-dictador de la coalición Romulus-Remus y pretende empezar una guerra de destrucción contra la Federación, empezando por la aniquilación de la Tierra con el arma ilegal mencionada.
Y tenemos como siempre, batallas de naves espaciales de las que el Enterprise sobrevive por los pelos, sacrificios personales, mártires y héroes, luchas personales y encarnaciones del bien y del mal. Cabe destacar la sugerente ambientación de los remanos como seres poco amigos de la luz, y en especial la del Pretor Shinzon (clon de Picard), que gracias al vestuario, maquillaje y a las dotes de actuación del actor, se convierte fácilmente en un personaje a medio camino entre un Picard juvenil y un nosferatu más atormentado que malvado.
El resto de actores, flojean como casi siempre y parecen no tomarse el interpretar en esta serie como un trabajo serio, sino como una obra en la escuela o una reunión de amigos y actores amateurs. Sólo se salva (como siempre) Patrick Stewart, uno de los pocos actores que parecen verdaderos profesionales en esta producción hecha por fans y para fans de la serie. Incluso el normalmente solvente Brent Spiner, que encarna al androide Data (y que dobla su papel en esta ocasión como el androide B4 "Before"), parece infectado por la tendencia de muchos otros actores antes que él de pluriemplearse en la serie para intentar hacer más interesantes sus respectivos papeles, huyendo quizás del encasillamiento sin conseguir otra cosa que forzar hasta lo absurdo el guión y aumentar el metraje sin añadir interés.
La carga especulativa de la película pretende girar entre las imágenes especulares de Picard y su clon, así como de Data y su homólogo B4, explorando los detalles que pueden hacer a un ser con características similares evolucionar hacia destinos y estructuras morales muy diferentes. Una temática interesante pero tratada de manera muy poco sutil.
En resumen, una entretenida película de aventuras, con algún punto interesante (grandiosas batallas espaciales, buen trabajo de Tom Hardy), que no defraudará a los fans ni a quienes busquen simple Space Opera.
Premios:
Dado que no aportaba gran cosa respecto a entregas anteriores, es lógico el escaso entusiasmo que suscitó, logrando apenas las nominaciones habituales a los premios Saturn. Sin embargo, insistimos en que no es una mala película, sino simplemente un producto intrascendental de entretenimiento familiar.
Finalista:
- 2003: Premios Saturn a mejor película de ciencia ficción
- 2003: Premios Saturn a mejor actor de reparto
- 2003: Premios Saturn a mejor vestuario
- 2003: Premios Saturn a mejor maquillaje
Siglo XXII | Siglo XXIII | Siglo XXIV |
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