Matrix Resurrections
| Matrix Resurrections | |
|---|---|
| Ficha técnica | |
| Título original: | The Matrix Resurrections |
| Nacionalidad: | EE.UU. |
| Estreno 1: | 16 de diciembre de 2021 |
| Duración: | 2h 28min |
| Ficha artística | |
| Dirección: | Lana Wachowski |
| Guión: | Lana Wachowski, David Mitchell y Aleksandar Hemon |
| Producción: | Warner Bros |
| Fotografía: | Daniele Massaccesi y John Toll |
| Música: | Johnny Klimek y Tom Tykwer |
| Reparto: | Keanu Reeves, Carrie-Anne Moss, Jessica Henwick, Yahya Abdul-Mateen II, Jonathan Groff, Neil Patrick Harris, Jada Pinkett Smith... |
| Información suplementaria | |
| Otros datos: | No hay otros datos |
| Imdb: | Ficha en Imdb |
| Notas: | |
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Lana Wachowski (2021)
The Matrix Resurrections es la cuarta entrega de la saga de Matrix, una secuela que juega con lo autoreferencial y lo metafílmico como principal seña de identidad.
Tabla de contenidos
La trama:
Thomas Anderson es una vieja gloria de los videojuegos, un programador en horas bajas que en su momento fue el creador de Matrix, el videojuego que cambió el negocio. Aquella Matrix jugaba con la idea de que la realidad era una ilusión virtual creada por máquinas que mantenían esclava a la mayoría de la humanidad, un concepto que cautivó a grandes audiencias, acompañado por efectos de programación visualmente sorprendentes, como el tiempo bala.
Ahora, casi veinte años después de la última entrega, la compañía que posee los derechos quiere obligarle a sacar una nueva entrega.
Anderson aceptará reluctante, atormentado por sus propios problemas: ha tenido brotes psicóticos en el pasado que le inducen a confundir realidad y ficción, a creer que algo de la Matrix que imaginó es real, llegando incluso a un fallido intento de suicidio. Por ello, visita regularmente al psiquiatra y sigue una estricta medicación de píldoras azules.
La película:
Matrix Resurrections es una película irregular en varios aspectos, en gran parte porque pretende escapar de las expectativas que la industria y el espectador han construido en torno a lo que debería ser la secuela de una franquicia tan emblemática como esta, y en parte porque no puede evitar asumir estas mismas expectativas.
Esta necesidad de rebelarse y adaptarse es la esencia de la película, en un sentido práctico y en un sentido metafórico.
Nostalgia:
La nostalgia es el motor que ha lanzado la producción de la película. El panorama dentro del cine está actualmente dominado por el éxito de los productos ya masticados y digeridos, las secuelas, las adaptaciones, los relanzamientos... Resulta casi imposible no comparar Matrix Resurrections con otras dos películas estrenadas casi a la vez: Cazafantasmas: Más allá (Jason Reitman, 2021) y Spider-Man: No Way Home (Jon Watts, 2021). Ambas pretenden devolver a la sala al espectador que en su día disfrutó con las originales; y para ello, desarrollan guiones precisos, meticulosamente medidos, que no asumen prácticamente ningún riesgo y que entregan al espectador aquello que va buscando, apelando a la nostalgia. Estas secuelas, sin embargo, están orientadas al nuevo público adolescente, están protagonizadas (brillantemente) por adolescentes, y los antiguos personajes aportan sólo cameos, papeles secundarios con escaso contenido, poco significativos en la acción.
No así con esta secuela de Matrix, en la que Neo y Trinity son de nuevo los protagonistas, y los secundarios accesorios son los personajes adolescentes.
Crítica al sistema:
Durante la primera parte de la película, la directora, Lana Wachowski, denuncia abiertamente este estado de cosas, haciendo mofa de la importancia social que tuvo la primera trilogía, del proceso de producción y sus intereses, de los egos implicados, retratando a la productora Warner Bros como un ente despiadado y sin verdadero interés en la parte artística... Un ataque del que ni siquiera la propia directora escapa, en una velada autocrítica que intenta justificar por qué ha aceptado dirigir una obra que ella y su hermana daban por cerrada.
Esta crítica a la industria resulta en un interesante juego metarreferencial, donde la Warner real es un trasunto de la Warner ficcional que encarna los intereses de las máquinas en construir una nueva Matrix más eficiente. La nueva Matrix (la película) es la nueva Matrix (dentro de la película) y los espectadores reales son los usuarios de la Matrix de ficción, conectados, manipulados.
Autorreferencial:
De manera casi inevitable, Resurrections hace una continua alusión a las tres partes anteriores de la trilogía, con frecuencia con imágenes y secuencias casi calcadas pero diferentes, como versiones de un mismo tema. O, en varias ocasiones, con versiones nuevas de antiguos personajes (Morfeo o el Agente Smith) que dan pie a guiños inteligentes. El novum, la creación de una nueva matrix, se presta maravillosamente a ello; y el guion ha sabido explotar este aspecto, especialmente en la primera hora de película, la que se desarrolla dentro de la nueva simulación.
Lana Wachowski, además, es una directora con indudable cultura audiovisual, y el espectador amante del buen cine podrá encontrar varias nuevas referencias a películas de las que toma recursos estéticos y narrativos, en homenaje útil.
Estética y cuidado del detalle:
Como en la trilogía original, el cuidado de la estética y del detalle dentro de la parte de la película que se desarrolla dentro de la simulación es extraordinario y enormemente sugerente.
La nueva matrix posee un filtro azul, triste, acorde al sentimiento predominante de Neo, pero también a la luz azul de nuestros dispositivos móviles, y también al azul de las pastillas que debe tomar para seguir en la fantasía. Mientras, recordemos, en la trilogía original el filtro verdoso era una doble referencia a las pantallas de fósforo verde y a la sensación de ver la realidad a través de un cristal sucio, como de pecera.
Otros muchos detalles más o menos evidentes llenan los planos: huevos de pascua en los carteles de publicidad de la ciudad, frases con doble significado, reflejos (que al estilo de Mamoru Oshii, director que las Wachowski parecen venerar) desenmascaran la verdad...
Concesión o rendición:
Es complicado deslindar las intenciones de la directora de las intenciones de la productora. Da la sensación de que Lana Wachowski estaba desarrollando una premisa interesante en la primera parte de la película, apelando a la crítica al sistema y al sentimiento de crisis de madurez de los protagonistas, con el que podría identificarse un espectador proveniente de la trilogía original. Keanu Reeves hace un papel solvente y tira con decisión de esta primera parte. Vemos de nuevo a un Thomas Anderson perdido, incapaz de conectar con la realidad, al igual que en la primera; pero, además, ahora parece cansado, gastado e incluso reluctante a admitir la verdad.
Sería de desear que Carrie-Anne Moss como Trinity hubiera tenido mucho más espacio para desarrollar su conflicto, ya que la relación de Neo y Trinity es el verdadero motor de la película. Así como Neo está bien desarrollado, Trinity es dejada de lado durante demasiado tiempo y la resolución de su conflicto interno se realiza de manera chapucera y precipitada.
A pesar de su metraje, da la impresión de que el exceso de personajes lastra en gran medida todo el discurso: muchos personajes con una semilla interesante (Morfeo o Smith, por ejemplo) son tratados mediante clichés y con un excesivo apoyo en lo que en su momento fueron, con lo que la película depende demasiado de haber visionado la trilogía anterior. En general, la "realidad" de la nueva ciudad humana es plana, mismo fallo que ya tuviera la trilogía, y proliferan personajes que aportan poco a la trama y que roban la atención del espectador sin suscitar tampoco interés.
En conclusión, una obra imperfecta, que se atreve a proponer algo más que una secuela segura, que ofrece interesantes oportunidades a la reflexión; pero en la que también parece necesaria una poda de escenario, escenas y personajes para permitir que funcione no solo como obra de arte sino también como producto de ocio.
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