Más que humano
Más que humano | |
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Autor: | Theodore Sturgeon |
Otros títulos: | |
Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | More than Human |
Revista o libro: | ' |
Editorial: | Farrar, Straus and Young |
Fecha | Fecha desconocida de 1953 |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | Más que humano |
Otros datos: | |
Saga: | |
Premios obtenidos: | Encuesta Locus de 1975 y 1998 |
Otros datos: | |
Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | Ficha |
ISFDB | Ficha |
Otras fuentes | |
Notas: | |
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Theodore Sturgeon (1953)
Más que humano es uno de esos ejemplos de ciencia ficción en los que lo que se cuenta es más interesante que la propia trama.
En este caso, lo que Sturgeon plantea es un nuevo paso en la cadena evolutiva humana. En la novela vemos a un grupo de mutantes con poderes psíquicos, incapaces de adaptarse a la sociedad (muchos de ellos claramente deficientes) que, sin embargo, "coengranan" entre sí para formar un ente superior: el homo gestalt. Este homo gestalt es un ser que se extiende en varios cuerpos, cada uno de los cuales cumple una función diferente, de forma similar cómo en un ser humano cada órgano cumple una función concreta.
El homo gelstat es mayor que la suma de sus partes e inmortal, ya que cada uno de los personajes que lo componen puede ser sustituido. Sin embargo, la construcción de este ser no resulta tan brillante como podría haber llegado a ser. Sturgeon completa un ser superior con seres humanos como si fueran piezas de un juego infantil: tal personaje cumple tal función, tal otro tal otra... Habría cabido esperar mayor imaginación, con seres que se suman formando una amalgama, uniendo todos todas sus características en la medida en que las poseen.
La novela plantea también las implicaciones morales que esto implica. El homo gestalt es más que humano y, por lo tanto, no forma parte de la sociedad humana. Es más, es único en su especie y, por lo tanto, no forma parte de sociedad alguna. ¿cómo puede un ser de estas características someterse a moral alguna? Como uno de los componentes del homo gestalt plantea,
- "podemos aprender de las cabras todo lo que hace que las cabras sean buenas cabras, pero eso no cambia el hecho de que no somos cabras. No se nos pueden aplicar las reglas que gobiernan a los seres humanos; no somos como ellos".
Hacia el final de la novela Sturgeon trata de resolver este dilema y parece que abarca más de lo que puede abrazar. Se trata de una novela interesante, con episodios francamente buenos, pero da la sensación de que el final es precipitado, menos fluido que el resto del libro. Incluso puede dar a entender que hubo un final diferente pero que hubo que optar por este, más acorde a la moral (humana) que imperaba en 1953.
Premios:
- 1975: Encuesta Locus, 9ª mejor novela de todos los tiempos
- 1998: Encuesta Locus, 13ª mejor novela anterior a 1990