La historia secreta de la Tercera Guerra Mundial
La historia secreta de la Tercera Guerra Mundial | |
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Autor: | J.G. Ballard |
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Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | The Secret History of World War 3 |
Revista o libro: | Ambit #114 |
Editorial: | |
Fecha | de 1988 |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | Fiebre de guerra Cuentos completos |
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Saga: | |
Premios obtenidos: | |
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Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | Ficha |
ISFDB | Ficha |
Otras fuentes | |
Notas: | |
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J.G. Ballard (1988)
La historia secreta de la Tercera Guerra Mundial es un relato de J.G. Ballard publicado por primera vez en la revista Ambit.
Sinopsis:
El narrador es un hombre medio, un médico pediatra, que relata el ambiente peculiar que rodeó la declaración de guerra entre Estados Unidos y la URSS y cómo fue posible que pasara inadvertida para el público general.
El narrador describe el enrarecido clima político, con un Ronald Reagan reelegido por tercera vez y con todos los medios de comunicación volcados en su estado de salud, inundando a la saciedad con una ingente cantidad de información superflua que enmascara otras noticias internacionales mucho más preocupantes.
El relato:
El relato es una evidente crítica a los medios de comunicación. Más concretamente, es una denuncia de cómo el tratamiento de las noticias se ha vuelto un espectáculo que vacía de contenido el mensaje, de cómo la emoción sustituye a la información, y cómo todo esto conduce a la desmovilización de la sociedad. El espectador apenas es capaz ya de distinguir entre lo real y lo impostado, entre lo relevante y lo que no lo es, emocionalmente se encuentra dentro de la noticia, y por lo tanto no puede tomar distancia para evaluar y decidir.
Ballard anticiparía en parte unas teorías que han ido ganando fuerza (por ejemplo, la teoría del simulacro de Bruillard) y que hoy en día son extraordinariamente pertinentes para analizar nuestro propio espectáculo informativo. No se trata simplemente de que oscuros poderes controlen los medios de comunicación para manipular a las masas; sino de cómo la información -al menos, la suministrada por los cauces principales, la destinada a satisfacer a la masa- se ha vuelto irrelevante. El espectador/consumidor adquiere una falsa sensación de realidad cuando lo cierto es que lo que experimenta es un simulacro (que no una mentira).
Así, el relato, de manera convincente, nos presenta un proceso gradual en el que el espectador y los medios de comunicación se retroalimentan mutuamente para centrarse de manera cada vez más obsesiva en el estado de salud de un presidente que ya chochea. Sólo unos pocos, como el narrador, perciben lo absurdo de todo esto, especialmente cuando las noticias internacionales hablan de un preocupante estado de tensión.
Al final, la propia Tercera Guerra Mundial, la guerra atómica, resulta sospechosa de ser un mero simulacro (no una falsedad), carente de consecuencias y sin apenas peso en la memoria colectiva.
Una idea fascinante, un relato que no ha perdido ni un ápice de su vigencia.
Como punto irónico adicional, es posible percibir en el circo mediático montado en torno al presidente Reagan un irónico homenaje a los surrealistas partes médicos ofrecidos al público en los días finales del dictador Francisco Franco, una situación que fue objeto de sutil mofa en Inglaterra y que a buen seguro a Ballard le pareció un signo fascinante de la modernidad enferma que protagonizaba sus relatos.