Insectores
Insectores es el nombre que los humanos dan a sus adversarios alienígenas en la saga de Ender. Proviene del parecido físico que estos tienen con insectos, en particular con las abejas.
Se organizan en forma de colmena con una Reina Madre que es el miembro más importante de la colmena, su dirigente y su mente, siendo los otros miembros, soldados u obreros, meros apéndices cuya pérdida es asumible.
Por eso, cuando la flota dirigida por Ender destruya todos los planetas insectores, bastará un único capullo de reina preservado del holocausto para mantener abierta la posibilidad de resurrección de la raza.
El excesivo parecido de los insectores con abejas puede ser quizás atribuído a una falta de imaginación por parte de Orson Scott Card. Parece improbable una raza surgida al margen de la vida en la Tierra y que sin embargo se parece tanto a un insecto concreto incluso en su estructura social.
En tal caso, la culpa habría que remitírsela a Robert A. Heinlein, pues en su libro, Brigadas del espacio, describe ya a unos enemigos alienígenas extremadamente similares a insectos física y socialmente, con un apelativo -chinches- mucho más acorde a la repugnancia y odio que despiertan entre los humanos.
Card debió también homenajear a Heinlein en su enfoque del problema de la comunicación entre razas tan diferentes. Por ejemplo, la guerra con los insectores se podría decir que comienza debido a un malentendido cultural. No obstante, los insectores terminan siendo antropomorfizados en su comportamiento durante las siguientes entregas de la saga, llegando a mantener conversaciones mentales perfectamente humanas, lo que les resta credibilidad.
En definitiva, los insectores de Card -al igual que el resto de razas alienígenas que imagina en la serie- son demasiado humanos pese a sus pretendidas diferencias.
Hay que señalar que los humanos obtendrán de los insectores diversas tecnologías, como el ansible, elemento de comunicación sin el cual no hubiera sido posible la victoria.