Entre algodones
Entre algodones | |
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Autor: | Pablo Nauglin |
Otros títulos: | |
Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | Entre algodones |
Revista o libro: | Premio UPC 2001 |
Editorial: | Ediciones B Colección: Nova ciencia ficción nº149 |
Fecha | Abril de 2002 |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | Premio UPC 2001 |
Otros datos: | |
Saga: | |
Premios obtenidos: | Mención especial UPC |
Otros datos: | |
Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | Ficha |
ISFDB | Ficha |
Otras fuentes | |
Notas: | |
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Pablo Nauglin (2002)
Resulta curioso que este sea en la práctica el primer trabajo publicado por Pablo Nauglin, pues Entre algodones es una novela corta realmente entretenida y bien escrita en la que el autor se atreve a abordar -aunque de manera a veces muy superficial, casi pop- el tema de la divinidad, la naturaleza y esencia de Dios.
Tabla de contenidos
La trama:
Una poderosa corporación terrestre lleva años investigando en torno a una posibilidad un tanto inaudita, casi absurda: la simulación de la mente de Dios gracias a la construcción de una avanzada inteligencia artificial.
En principio, nadie parece confiar en el éxito del experimento, pero se entiende que su desarrollo puede aportar resultados muy interesantes.
El problema, o más bien la incomodidad, comienza cuando al ser activada esta simulación, lo primero que pide es hablar con un humano determinado, N'Go. ¿Por qué Dios quiere hablar precisamente con él?
Ésta es la premisa de partida de una concatenación de situaciones repletas de maravilla en la que pululan inteligencias artificiales extraordinarias, ominosas naves espaciales extraterrestres y personajes extraordinarios, sobre un trasfondo de decadencia religiosa que sirve a Nauglin como medio para satirizar las religiones (y el catolicismo principalmente), al tiempo que aporta algunas líneas interesantes al debate acerca de las características de Dios.
Dios:
Sin duda, los augustos Padres de la Iglesia tendrían muchos y convincentes argumentos que apuntar contra la visión que nos proporciona Nauglin. Sin duda, su Dios (con mayúscula) resulta ser extraordinariamente humano y escasamente omnipotente. Pero no es menos cierto que el modelo cristiano de Dios no es ni mucho menos universal, en el sentido de que el resto de religiones tiene notables divergencias acerca de cómo debe ser la máxima divinidad.
Por supuesto, Nauglin no pretende profundizar en este tema, en el escaso espacio que le proporciona la extensión de una novela corta. Aún así, sus reflexiones mantienen un punto de chispa que impide que las desechemos como mero entretenimiento sin antes concederles un segundo. ¿Es Dios bueno? ¿Puede matar? ¿Puede ser injusto? ¿Puede tener curiosidad? Respondemos que no el Dios cristiano (infinitamente justo, bueno y omnisciente); pero puede que sí otras modalidades como el demiurgo griego o las divinidades indias.
Novela de aventuras:
A pesar de todo, no hay que perder la perspectiva acerca de esta obra, que no es otra cosa que un inteligente relato de aventuras. Inteligente porque las situaciones y los personajes parecen frescos una vez más, tras tantas lecturas encorsetadas y repletas de clichés. Pero de aventuras, repleto de situaciones nuevas e imprevisibles que cambian el escenario cada pocas páginas.
Y este es el principal logro de Nauglin, haber conseguido este dinamismo y aún así mantener la coherencia en el discurrir interno de la historia y en la evolución de los personajes.
Por su capacidad para contar historias, un autor a tener en cuenta.
Premios:
Finalista:
- 2001: Mención de aprecio del premio UPC de novela corta