El poder de un dios

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El poder de un dios
Ficha técnica
Título original: Es ist nicht leicht ein Gott zu sein
Nacionalidad: Alemania, Francia, Unión Soviética
Estreno 1: 12 de septiembre de 1989
Duración: 119 min.
Ficha artística
Dirección: Peter Fleischmann
Guión: Jean-Claude Carrière y Peter Fleischmann (basado en la novela de Arkadi y Boris Strugatsky)
Producción: Peter Fleischmann y otros
Fotografía: Jerzy Goscik, Pavel Lebeshev y Klaus Müller-Laue
Música: Jürgen Fritz
Reparto: Edward Zentara, Aleksandr Filippenko, Hugues Quester, Anne Gautier, Christine Kaufmann, Andrei Boltnev, Werner Herzog...
Información suplementaria
Otros datos: Se prepara una nueva versión para 2008
Imdb: Ficha en Imdb
Notas:
  1. Fecha de primer estreno. No tiene por qué coincidir con el estreno en salas comerciales o emisión en abierto; puede ser en premieres, festivales u otras formas de distribución reducida o exclusiva.

Peter Fleischmann (1989)

La película:

En el futuro, las guerras han sido erradicadas de la Tierra y la gente vive en paz. En este futuro, se ha descubierto un planeta habitado por humanos idénticos a nosotros cuya historia discurre en estos momentos por un periodo de barbarie muy similar a nuestra edad media.

Un grupo de historiadores terrestres vive de incógnito entre las gentes de este planeta para estudiarlos, monitorizados continuamente desde una nave espacial en órbita. Tienen la consigna de observar y no intervenir en el devenir histórico de este planeta, pero la brutal época en la que viven hacen difícil mantenerse como meros observadores.

Ciencia ficción filosófica:

Cuando los hermanos Strugatsky escribieron esta historia no estaba entre sus objetivos principales la verosimilitud científica, aunque el cientificismo impregna muchas escenas de la película. Los autores más bien pretendían proponer un experimento, imaginar una situación que, aunque improbable, permitiese examinar algunos conceptos muy humanos.

El futuro que se imagina en esta película parece bastante perfecto, limpio y ausente de violencia. Sin embargo, los científicos de la misión, aunque amables, parecen un tanto distantes y definitivamente poco empáticos con los acontecimientos que suceden en el planeta que observan. Asisten imperturbables a matanzas, torturas y otras injusticias escudados en la directiva que dice que no deben intervenir.

Los observadores infiltrados entre el pueblo, sin embargo, muchos más implicados emocionalmente con su entorno, muestran continuamente signos de un temido retorno a la barbarie. Algunos, desesperados por la impotencia de observar sin poder hacer nada, desertan de la misión e intentan ayudar a mejorar la vida del pueblo.

El dilema que parece que se plantea es, por lo tanto, si es legítimo mantenerse al margen, amparados en el respeto al derecho de autodeterminación, cuando es tan obvia la injusticia y cuando es tan fácil enmendarla.

Actualmente, este debate sigue abierto sin necesidad de recurrir a la ciencia ficción, sino a la desafortunadamente real historia presente. Sin ir más lejos, la reciente guerra de Irak fue argumentada bajo el pretexto de solventar injusticias manifiestas, modificando la historia de todo un pueblo. A la postre se ha demostrado que esta injerencia no ha sido beneficiosa y cabe preguntarse, entonces, si no hubiese sido mejor permanecer al margen.

Pero, ¿cómo tolerar la injusticia?, ¿hasta dónde es admisible la intervención?

Pero finalmente la película nos desvela que el propósito del experimento era aún más ambicioso. Se trataba en realidad de examinar el componente violento inherente al ser humano. Esa Tierra del futuro lleva siglos en paz, pero acaso sea posible de nuevo el resurgimiento de la violencia. Y, en ese caso, la lucha contra estos instintos y pro de la justicia nunca puede terminar.

Premios:

Obtenidos:

Finalista: