El hombre que despertó

De Alt64-wiki, la enciclopedia libre.
Saltar a: navegación, buscar
El hombre que despertó
Autor: Laurence Manning
Otros títulos:
Datos de primera publicación(1):
Título original: The Man Who Awoke
Revista o libro: Wonder Stories
Editorial: Hugo Gernsback (Editor)
Fecha Marzo de 1933
Publicación en español:
Publicaciones(2): La edad de oro de la ciencia ficción
Otros datos:
Saga: Norman Winters
Premios obtenidos:
Otros datos:
Fuentes externas:
Tercera Fundación Ficha
ISFDB Ficha
Otras fuentes  
Notas:

  1. De la presente variante. Puede haber variantes anteriores. Consultar la fuente externa para ampliar información.
  2. Publicaciones en español las que la presente variante ha aparecido. Puede haber otras publicaciones de esta misma u otras variantes. Consultar la fuente externa para ampliar información.

Laurence Manning (1933)

Se trata de uno más de esos relatos de ciencia ficción en los que un hombre hiberna para despertar en un mundo futuro en el que todo es nuevo. No es, pues, más que un relato de aventuras intrascendente que toma un cliché demasiado manido para alterar las circunstancias y trasladar al escenario de la avenura al personaje (en este caso Norman Winters). Como es previsible, al final del relato el personaje vuelve a dormir para despertar en un nuevo futuro en un relato posterior.

Sin embargo, este relato plantea un par de temas interesantes.

Por una parte, la sociedad en la que despierta Winters es una sociedad apenas tecnológica. Tras los derroches del siglo XX la sociedad ha vuelto a un entorno rural con pequeñas aldeas que se autoabastecen y que regulan su población para adaptarla a las capacidades productivas de su entorno. Resulta llamativo que en plena década de los '30, cuando los coches eran objetos raros, cuarenta años antes de la primera crisis del petróleo y setenta años antes de que comenzara a resultar alarmante el calentamiento global, Manning tuviera la visión de un mundo que hubiera esquilmado los yacimientos de combustibles fósiles.

Por otra parte, y muy relacionado con lo anterior, en el relato existen Consejos de Juventud en los que los jóvenes regulan recursos como los árboles. De esta forma, y dado que los árboles jóvenes que están creciendo en un momento dado son vitales para la obtención de alimentos de la siguiente generación, los adultos no pueden decidir su tala. Esto se identifica con la frase que asegura que "no heredamos el planeta de nuestros padres; lo tenemos prestado de nuestros hijos" y plantea un modelo de responsabilidad hacia generaciones futuras cuya falta en el pasado pagamos ahora y pagaremos aún más en el futuro.