El color surgido del espacio
| El color surgido del espacio | |
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| Autor: | H.P. Lovecraft |
| Otros títulos: | El color que cayó del cielo El color de allende el espacio El color que cayó del espacio El color más allá del espacio El color fuera del espacio El color del espacio exterior |
| Datos de primera publicación(1): | |
| Título original: | The Colour Out of Space |
| Revista o libro: | Amazing Stories |
| Editorial: | Experimenter Publishing Co. |
| Fecha | Septiembre de 1927 |
| Publicación en español: | |
| Publicaciones(2): | El color que cayó del cielo (1957) Antología de novelas de anticipación (1964) El color surgido del espacio (1973) Necronomicon I. Los horrores de Dunwich (1974) El que susurra en la oscuridad (1977) ... |
| Otros datos: | |
| Saga: | |
| Premios obtenidos: | |
| Otros datos: | |
| Fuentes externas: | |
| Tercera Fundación | Ficha |
| ISFDB | Ficha |
| Otras fuentes | |
| Notas: | |
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H.P. Lovecraft (1927)
Se trata de un típico relato de H.P. Lovecraft: un relato de terror decimonónico, con frases largas y sobreadjetivadas que hoy en día resultan anticuadas, tediosas y casi ridículas.
Si bien la obra de Lovecraft, en general, entra totalmente dentro del género del terror, en ocasiones hay relatos que sí son ciencia ficción, y este es uno de ellos.
La trama comienza cuando un extraño meteorito cae junto a una granja de Arkham. Comienzan a darse entonces extraños sucesos: cosechas abundantes que, sin embargo, son incomestibles; ganado que enferma y muere; una extraña presencia en el pozo...
Aquellas frases en las que Lovecraft intenta hacer pasar el relato por científico, menciona disoluciones, espectrómetros... en todas ellas demuestra un notable desconocimiento de lo que es la ciencia. No se trata de que la ciencia de los años veinte haya sido sobrepasada, sino de que Lovecraft no comprendía la ciencia de su misma época, mezclando franjas de absorción de los espectrómetros con colores visibles o insistiendo en mencionar leyes que no son de este mundo.
Si hay algo que destacar del relato es que, sin duda, sirvió a Brian W. Aldiss de inspiración para su relato El árbol de saliva (1965), argumentalmente muy similar, pero mucho mejor resuelto.
