Shangri-La
Shangri-La | |
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Datos de publicación: | |
Título original: | Shangri-La |
Fecha de publicación: | 2016 |
Guión: | Mathieu Bablet |
Dibujo/Tinta: | Mathieu Bablet |
Color: | Mathieu Bablet |
Editorial: | Ankama Éditions (Francia) Dibbuks (España) |
Otros datos: | |
Premios obtenidos: | |
Otros datos: | 224 pag |
Mathieu Bablet (2016)
Shangri-La es una novela gráfica del francés Mathieu Bablet. Fue publicada originalmente en Francia en 2016 por la editorial Ankama Éditions. En España ha sido publicada por Dibbuks en septiembre de 2017.
Sinopsis:
La obra se inicia con la narración de las últimas horas de un ser humano en un planeta lejano que está a punto de ser destruido cuando su sol se convierta en supernova.
Tras ello, la historia salta un millón de años, a la Tianzhu, una estación espacial en órbita en torno a un planeta Tierra inhabitable. Los humanos sobreviven en la estación, sometidos de buena gana a un sistema hiperconsumista aparentemente utópico. La compañía Tianzhu crea productos Tianzhu y paga a sus trabajadores en créditos Tianzhu para que compren esos mismos productos Tianzhu.
El protagonista es Scott, un ciudadano bien adaptado que acepta este sistema como el mejor posible, encargado por los dirigentes de la estación de investigar una serie de misteriosas explosiones en diversas estaciones científicas. Al parecer, un grupo de científicos está desarrollando una peligrosa tecnología con antimateria con la cual pretenden crear un nuevo tipo de ser humano destinado a habitar las llanura de Sangri-La, en Titán, la luna de Saturno que está siendo terraformada.
La obra:
Se trata de una obra notable en muchos aspectos, pero también con muchas debilidades.
Bablet introduce una enorme cantidad de temas y se muestra excesivamente ambicioso en este aspecto, incapaz de centrarse en uno y desarrollarlo de manera adecuada. Así, el más evidente de todos, la crítica al consumismo como una manera de amansar y manipular al ciudadano, es tratado con una notable superficialidad. Encontramos una gran cantidad de referencias e influencias (Un mundo feliz, 1984, Blade Runner...), pero la manera en que Bablet aborda el desarrollo de su argumento carece de voz propia y todos sus puntos parecen repeticiones de otras obras. La adición de temáticas distrae y aturde al lector, pero cuando trata de reflexionar sobre la lectura no encuentra otra cosa que lugares comunes.
Esta falta de reflexión en la trama pesa especialmente en los aspectos en los que la ciencia ficción de Bablet toma protagonismo, con evidente intención prospectiva. Uno de los principales nóvum de la obra, el peligroso uso de la antimateria, mezcla efectos rigurosos con otros simplemente fantásticos. Las pretensiones de los científicos de crear vida se confunden con otras pretensiones teleológicas de crear directamente materia, átomos nuevos, mezclando un batiburrillo de ideas medio cocinadas. En cuanto al sistema social de la Tianzhu, dado el eminente protagonismo que se le otorga, resulta insatisfactoriamente descrito, especialmente en su manifiesta incongruencia económica.
Bablet adereza esta amalgama con una serie de efectos narrativos que construyen la historia a través de clichés, giros de guion que dejan frío al lector porque afectan a personajes que ya de entrada no nos decían nada. Una avalancha de referencias a otras obras o a filosofías occidentales vulgarmente orientalizadas (Sangri-La, Tianzhu...) terminan de atar un guion que tiene una apariencia sólida, pero que cuando se analiza resulta vacuo y pretencioso.
El apartado gráfico, por otro lado, es simplemente deslumbrante, especialmente en las escenas espaciales y en el soberbio uso del color. Resulta realmente notable la construcción de los escenarios de la estación y el diseño de vehículos, lo que pone de relieve la omnipresencia y necesidad de la tecnología en un mundo como el descrito.
Una de las características distintivas del estilo de Bablet, juntamente con su uso del color, es el dibujo de las caras, algo feístas y desproporcionadas, de ojos excesivamente separados y rasgados, y mandíbulas prominentes. Esta homogeneidad de rostros hace que los personajes pierdan personalidad, lo que ahonda en la superficialidad de sus tramas; a pesar de esto, sin embargo, Bablet consigue caracterizar las emociones de cada instante.
Bablet, sin duda, es un autor a tener en cuenta en el futuro, cuando su madurez narrativa nos aporte esa historia que se encuentre al nivel de su capacidad grafica.
Premios:
- 2018: Finalista premios Lorna a mejor cómic extranjero publicado por primera vez en España en 2017