¡Cuidado, terrestre!
¡Cuidado, terrestre! | |
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Autor: | Poul Anderson |
Otros títulos: | {{{Otros títulos}}} |
Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | Earthman, Beware! |
Revista o libro: | 'Super Science Stories' |
Editorial: | Fictioneers, Inc.; Kokomo, IN |
Fecha | Junio de 1951 de {{{Año}}} |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | 'Los mejores relatos de ciencia ficción (Mike Ashley)' |
Otros datos: | |
Saga: | No pertence a ninguna saga |
Premios obtenidos: | No se le conocen |
Otros datos: | Publicado bajo el pseudónimo de E.G. O'Brien |
Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | [{{{URL-3F}}} Ficha] |
ISFDB | [{{{URL-ISFDB}}} Ficha] |
Otras fuentes | {{{URL-OtrasFuentes}}} |
Notas: | |
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Poul Anderson ({{{Año}}})
Poul Anderson (1951)
Es un relato triste que podría haber sido mejor construido.
Comienza cuando el protagonista llega a la cabaña de Alaska donde se ha refugiado, alejándose del resto de la sociedad. Frente a la cabaña le espera una mujer, una antigua conocida que lo ha seguido, enamorada de él.
Entran a la cabaña y, en la conversación que se desarrolla él le explica que no es humano, sino un extraterrestre caído a la Tierra en su niñez. A lo largo de la conversación sabemos que se trata de un científico de gran importancia y es que, debido al mayor desarrollo de su especie, es notablemente más inteligente y capaz que los humanos. Él mismo se define como un niño salvaje, comparándose con los niños que, perdidos en el bosque, son criados por lobos.
Tras esta primera parte la mujer deja la cabaña y el relato empieza su segunda parte, en la que el protagonista trata de ponerse en contacto con los de su especie, para que lo rescaten y lo lleven con ellos a su planeta.
Peor desarrollada que la primera (aún estando bien escrita), esta segunda parte deja un sabor pobre en comparación con la primera, mucho más melancólica y emotiva.