Sufragio universal
Sufragio universal | |
---|---|
Autor: | Isaac Asimov |
Otros títulos: | {{{Otros títulos}}} |
Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | Franchise |
Revista o libro: | 'If' |
Editorial: | Quinn Publishing Company, Inc. |
Fecha | Agosto de 1955 de {{{Año}}} |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | 'Con la Tierra nos basta' |
Otros datos: | |
Saga: | Multivac |
Premios obtenidos: | No se le conocen |
Otros datos: | No hay otros datos |
Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | [{{{URL-3F}}} Ficha] |
ISFDB | [{{{URL-ISFDB}}} Ficha] |
Otras fuentes | {{{URL-OtrasFuentes}}} |
Notas: | |
|
Isaac Asimov ({{{Año}}})
Isaac Asimov (1956)
- A.k.a. Derecho político
Nos encontramos ante una de las famosas historia de Multivac, donde la gran máquina rige la gran mayoría de las decisiones humanas, al menos en Estados Unidos.
Las premisas son sencillas. En el futuro (las historia fue escrita en 1955) la ciencia computacional podrá realizar importantes predicciones siempre que a los ordenadores se les suministren todos los datos necesarios. Así, en las elecciones presidenciales del 4 de noviembre de 2008, a Multivac sólo le hace falta indagar el parecer de una sola persona para deducir cuál sería el resultado si votase todo el pueblo.
La máquina, que posee un control de casi toda la información del país a todos los niveles, sólo necesita determinar "el factor humano" para realizar tal predicción. En una sesión de tres horas de duración entrevistará al votante determinado como representativo (no se trata de cualquier persona al azar) acerca de los más diversos temas para ponderar este factor.
Y así, una vez más, el pueblo americano habrá ejercido su derecho soberano.
Base científica y especulativa:
Se dice que la historia esta inspirada en la correcta predicción por parte de UNIVAC I de las elecciones presidenciales de 1952, que ganó ampliamente Eisenhower. Una predicción quizás no muy arriesgada, pero que no carecía de mérito viniendo de una máquina tan tosca.
El resultado:
La idea es curiosa y el relato sostiene una ligera ironía acerca del progreso. Sin embargo, no podemos detectar que el autor esté francamente en contra de la intromisión del ordenador en los asuntos humanos.
El relato está bien llevado y es entretenido, pero el final es simple. Una vez que el Gran Maestro ha dicho todo lo que tenía que decir, sólo le queda cerrar la narración; pero para tal cometido no le queda nada nuevo que aportar, con lo que deja en el lector una sensación fría.