Nacido del Sol
¡Atención, spoilers! Aquí se desvelan detalles de la trama y el argumento |
Nacido del Sol | |
---|---|
Autor: | Jack Williamson |
Otros títulos: | {{{Otros títulos}}} |
Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | Born of the sun |
Revista o libro: | 'Astounding Stories' |
Editorial: | Street & Smith Publications, Inc. |
Fecha | Marzo de 1934 de {{{Año}}} |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | 'La edad de oro de la ciencia ficción' |
Otros datos: | |
Saga: | No pertenece a ninguna saga |
Premios obtenidos: | No se le conocen |
Otros datos: | No hay otros datos |
Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | [{{{URL-3F}}} Ficha] |
ISFDB | [{{{URL-ISFDB}}} Ficha] |
Otras fuentes | {{{URL-OtrasFuentes}}} |
Notas: | |
|
Jack Williamson ({{{Año}}})
Jack Williamson (1934)
El relato parte de una idea asombrosa: Todos los planetas del Sistema Solar son, en realidad, enormes huevos fecundados por el Sol. Dentro de estos huevos crecen enormes seres vivos que, tras eclosionar, se alejan de la estrella impulsados por el viento solar.
Alrededor de esta idea Williamson crea la historia de Foster, un rico inventor que trata de crear una máquina de ingravidez. Recibe entonces la visita de Barron Kane, un tío al que creía muerto, que le revela el futuro del mundo y le insta a proseguir con su invento para construír en sus acerías un gigantesco planeta artificial en el que un grupo selecto salga a conquistar el espacio.
Con el fin de darle más emoción al relato Williamson crea también una secta fanática que conoce la verdad y trata de evitar que Foster se salve junto con los suyos.
Lo único que hay que reprochar a un relato tan imaginativo es el exceso de celo exterminador de la secta, que consigue matar a todo el equipo de Foster excepto a éste y a su novia. La historia no hubiera perdido nada y sí ganado algo en credibilidad1 si además de ellos dos se hubiera salvado alguien más.
- Entiéndase "credibilidad" como coherencia dentro de las hipótesis de partida. La idea de planetas-huevos no es creíble, pero asumida, la partida in extremis de un reducido grupo de supervivientes habría sido una consecuencia más lógica de la batalla final.