El bardo inmortal
¡Atención, spoilers! Aquí se desvelan detalles de la trama y el argumento |
El bardo inmortal | |
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Autor: | Isaac Asimov |
Otros títulos: | {{{Otros títulos}}} |
Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | The Immortal Bard |
Revista o libro: | 'Universe Science Fiction' |
Editorial: | Palmer Publications, Inc. |
Fecha | Mayo de 1954 de {{{Año}}} |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | 'Con la Tierra nos basta' |
Otros datos: | |
Saga: | No pertenece a ninguna saga |
Premios obtenidos: | No se le conocen |
Otros datos: | No hay otros datos |
Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | [{{{URL-3F}}} Ficha] |
ISFDB | [{{{URL-ISFDB}}} Ficha] |
Otras fuentes | {{{URL-OtrasFuentes}}} |
Notas: | |
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Isaac Asimov ({{{Año}}})
Isaac Asimov (1954)
La historia es a la vez un chiste y una sátira. Un chiste sobre la propia persona de Asimov y una sátira acerca de los sesudos estudiosos de las obras de otras personas.
Dos profesores de universidad conversan durante la fiesta de Navidad, uno de ellos profesor de física y el otro de literatura inglesa. El físico está un poco borracho y empieza a hablar acerca de que puede traer las almas (y los cuerpos) de eminencias del pasado. El profesor de literatura no le toma en serio, pero le sigue la corriente. Así, se entera de que los grandes genios como Arquímedes o Galileo fueron incapaces de adaptarse a la era moderna, por lo que profesor de física buscó un personaje con la mente más flexible para que le fuera de utilidad en su experimento. Y así, asegura que trajo al presente a Shakespeare.
En este punto, el profesor de literatura comienza a sentirse preocupado. Su colega le sigue describiendo cómo fue el encuentro. Shakespeare se mostró interesado en lo que la posteridad decía de su obra y quedó muy asombrado de las enormes obras que versaban ellas mismas sobre su trabajo. "¡Qué no se podrá sacar de las palabras después de 500 años" o "Serían capaces de crear una inundación con aguas estancadas", son dos muestras que dejan claro cuál era la opinión del dramaturgo acerca de dichos estudios.
Pero el punto culminante llega cuando el físico revela que matriculó a Shakespeare en el curso sobre él mismo que imparte su colega. El profesor de literatura, preocupado, pregunta qué sucedió. "Usted lo suspendió."
Cuenta Asimov que veía en esos años como la ciencia ficción estaba ganando respetabilidad e incluso empezaba a ser estudiada por los profesores de literatura, algo que le chocaba. Más aún, se dio cuenta que al volverse materia académica, es muy probable que él mismo suspendiera un examen acerca de su propia obra.