Puerta al verano
Puerta al verano | |
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Autor: | Robert A. Heinlein |
Otros títulos: | {{{Otros títulos}}} |
Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | The Door Into Summer |
Revista o libro: | Libro independiente |
Editorial: | {{{Editorial}}} |
Fecha | 1957 de {{{Año}}} |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | Libro independiente |
Otros datos: | |
Saga: | Libro independiente |
Premios obtenidos: | Encuesta Locus de 1998 |
Otros datos: | No hay otros datos |
Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | [{{{URL-3F}}} Ficha] |
ISFDB | [{{{URL-ISFDB}}} Ficha] |
Otras fuentes | {{{URL-OtrasFuentes}}} |
Notas: | |
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Robert A. Heinlein ({{{Año}}})
Robert A. Heinlein (1957).
Con una longitud a medio camino entre el relato largo y la novela corta, Puerta al verano es un claro ejemplo de la literatura de Heinlein. Se trata de un relato bien construido, muy sólido en cada uno de sus detalles y con unos personajes fuertes y muy creíbles.
El libro cuenta la historia de un hombre y su gato. El hombre en cuestión es Dan Davis, un ingeniero que acaba de sufrir una terrible traición: su socio le ha robado su participación en el negocio gracias a la ayuda de la secretaria, que era también la novia de Dan. Así, arruinado y sólo, Dan decide ser hibernado a modo de venganza: pretende aparecerse ante su ex-novia unas décadas después, siendo joven cuando ella ya haya envejecido.
El asunto es que a la salida de la hibernación la venganza carece ya de sentido, por lo que inevitablemente va retrasando día tras día su encuentro con ella al mismo tiempo que trata de rehacer su vida en este nuevo mundo.
Sin embargo, las cosas cambian cuando, gracias a una serie de casualidades y estratagemas, se las arregla para volver al pasado. Al regresar se vale de su conocimiento de los hechos futuros para realizar algunos cambios y volver a hibernar para despertar de nuevo en un futuro en el que él es el dueño de la empresa y con una nueva chica (esta fiel).
Y sin embargo, pese a lo que este resumen pueda dar a entender, no hay paradojas temporales ni universos paralelos. Lo que Heinlein explora en este relato son temas muy diferentes.
La historia, como ya se ha dicho, es sorprendentemente sólida... o no tan sorprendente, dado quién es el autor. Sus personajes y las situaciones son creíbles (como siempre dentro de la ciencia ficción, aceptando las premisas del relato) y en todo momento el argumento se desarrolla de forma natural (salvo, quizá, la justificación de cómo el protagonista consigue volver al pasado, que es el momento más forzado de toda la historia).
Hay que hacer notar que en este libro Heinlein hace gala de su formación como ingeniero llevando a cabo lo que quizá sea la mejor descripción de la profesión y sus profesionales que jamás se haya escrito.
El sentido del humor:
Es, además, una historia divertida, con un humor ácido, casi negro. Leyendo las encendidas defensas políticas o económicas que Heinlein hace en sus obras más relevantes (casi fascismo en Brigadas del espacio, liberalismo económico en La Luna es una cruel amante, liberalismo social en Forastero en tierra extraña...) pudiera creerse -equivocadamente- que era un autor terriblemente serio y enemigo de la broma. Sin embargo, hace gala aquí de un agudo sentido de la ironía e incluso se regodea en ciertas situaciones casi surrealistas que consiguen que la historia sea muy amena y refrescante.
Premios:
1998: Encuesta Locus, 43ª mejor novela de todos los tiempos