Los hombres de la Tierra
Los hombres de la Tierra | |
---|---|
Autor: | Ray Bradbury |
Otros títulos: | {{{Otros títulos}}} |
Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | The Earth Men |
Revista o libro: | Thrilling Wonder Stories |
Editorial: | {{{Editorial}}} |
Fecha | Agosto de 1948 de {{{Año}}} |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | Crónicas marcianas |
Otros datos: | |
Saga: | Crónicas marcianas |
Premios obtenidos: | No se le conocen |
Otros datos: | No hay otros datos |
Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | [{{{URL-3F}}} Ficha] |
ISFDB | [{{{URL-ISFDB}}} Ficha] |
Otras fuentes | {{{URL-OtrasFuentes}}} |
Notas: | |
|
Ray Bradbury ({{{Año}}})
Ray Bradbury (1948)
Cuarto relato de las Crónicas Marcianas, correspondiente a agosto de 1999.
En relato anteriores hemos podido comprobar que la proximidad de los expedicionarios terrestres parece perturbar a los marcianos más sensitivos. Así, en Ylla una marciana tenía visiones prescientes de la llegada del capitán Nathaniel York, de la primera expedición, y en Noche de verano era ya toda una ciudad la que se veía alterada cuando al segunda expedición está a punto de llegar, surgiendo en su mente canciones en un idioma extraño (el inglés).
Este relato, Los hombres de la Tierra, inicia su narración cuando el capitán Williams llama a la puerta de una casa marciana, la primera que han visto desde el cohete, para tratar de entablar este primer contacto entre planetas.
El relato anterior presagiaba que la segunda expedición iba a encontrar un Marte confuso por la capacidad telepática que les ha estado anticipando la visita. Sin embargo, la actitud de la primera persona que les recibe es desdeñosa y incluso excesivamente familiar. ¿Qué sucede? El capitán Williams y sus hombres empezarán un peregrinaje cada vez más surrealista justamente porque los marcianos no parecen dar ninguna importancia a su presencia, pese a la evidencia de su procedencia alienígena.
Finalmente, acabarán en un manicomio, donde empezarán a comprender que les han tomado por locos. Los poderes mentales de los marcianos hacen que puedan dar forma visible a su locura, creando ilusiones visuales, auditivas e incluso táctiles. Y más aún, parece ser una enfermedad mental muy común el creer que uno proviene de la Tierra. En esta situación, a los verdaderos hombres de la Tierra les va a ser muy difícil demostrarlo.
Bradbury se lanza de lleno hacia el deterioro de la cultura marciana casi aún antes de que hay podido iniciarse la colonización. La sociedad en Marte ha sido irreparablemente alterada por la mera visita de los terrestres, de forma similar a como ocurriera en al historia real con los sucesivos descubrimientos realizados por el hombre occidental, que siempre han cambiado irreversiblemente al pueblo descubierto.
Un relato que mezcla de forma magistral la ironía y la tristeza.