Pórtico
Frederik Pohl (1977)
En un futuro en el que los recursos alimenticios comienzan a escasear, se descubren en Venus los restos de una antigua civilización extraterrestre desaparecida sin dejar rastro.
Entre las ruinas se encuentra Pórtico , una base con naves capaces de transportar a unos pocos tripulantes (entre uno y cinco). Las naves se encuentran en funcionamiento, pero nadie sabe cuál es el mecanismo que las hace funcionar. Sólo se sabe cómo ponerlas en marcha: se acciona un mando que, aparentemente, marca la dirección y se pulsa un botón. Con estas operaciones tan sencillas la nave parte a lo desconocido. Cuando la nave alcanza su objetivo, el astronauta aprieta de nuevo el botón y vuelve... o no.
Así, gracias a las naves de Pórtico la exploración espacial se ha convertido en una especie de ruleta rusa y los astronautas pasan a ser arriesgados aventureros. En caso de hacer un importante descubrimiento podrían convertirse en millonarios, si bien es cierto que podrían no volver para contarlo.
La historia está contada a través de las sesiones de psicoanálisis de Robinette, un explorador que cuenta su vida de forma retrospectiva.