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| + | Así, el protagonista se siente vinculado hacia un robot que antropomorfiza, en el que proyecta y quiere ver sentimientos, y en cuyas reparaciones vierte todos sus ahorros, alejándose más de otras personas e, incluso, descuidando los deberes sociales que son su fuente de ingresos. | ||
| + | Aunque la historia no es original, la forma en que López mezcla todos los elementos, el ritmo del relato, la forma en que dibuja al personaje protagonista y su mundo, hacen de él un relato muy recomendable. | ||
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Última revisión de 21:37 7 ago 2024
| Matar al padre | |
|---|---|
| Autor: | Guillem López |
| Otros títulos: | |
| Datos de primera publicación(1): | |
| Título original: | Matar al padre |
| Revista o libro: | Windumanoth |
| Editorial: | |
| Fecha | Enero de 2024 |
| Publicación en español: | |
| Publicaciones(2): | Excelsius 2024 |
| Otros datos: | |
| Saga: | |
| Premios obtenidos: | |
| Otros datos: | |
| Fuentes externas: | |
| Tercera Fundación | Ficha |
| ISFDB | [ Ficha] |
| Otras fuentes | |
| Notas: | |
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Guillem López (2024)
El relato comienza con la muerte del padre del protagonista, que murió sólo y cuyo cadáver no fue descubierto hasta que los vecinos se quejaron del olor. El protagonista acude al apartamento del fallecido sin gran interés, por si acaso hubiera algo de valor que pudiera llevarse. De los escasos bienes de su padre sólo le interesa un viejo robot, que sospecha que pudiera tener algún valor. No es así; el robot es chatarra, un modelo popular en su momento pero obsoleto y que pronto se revela como una fuente de averías que, sin embargo, el protagonista se empeña en reparar.
Y es que en el relato Guillem López consigue dibujar un escenario en que, pese a que existe una renta básica por servicios comunitarios mínimos que garantiza la subsistencia, resulta distópico, ya que las relaciones sociales se adivinan alejadas, frías o, simplemente, inexistentes. El total desapego de protagonista respecto a su padre, la indiferencia hacia su muerte, la indiferencia también del administrador que le muestra el apartamento, las escasas menciones a sus compañeros de servicios sociales... todas las relaciones humanas que se muestran carecen de interés.
Así, el protagonista se siente vinculado hacia un robot que antropomorfiza, en el que proyecta y quiere ver sentimientos, y en cuyas reparaciones vierte todos sus ahorros, alejándose más de otras personas e, incluso, descuidando los deberes sociales que son su fuente de ingresos.
Aunque la historia no es original, la forma en que López mezcla todos los elementos, el ritmo del relato, la forma en que dibuja al personaje protagonista y su mundo, hacen de él un relato muy recomendable.
