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Revisión de 20:36 11 dic 2008
Desajuste | |
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Autor: | Philip K. Dick |
Otros títulos: | {{{Otros títulos}}} |
Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | Misadjustment |
Revista o libro: | Science Fiction Quarterly |
Editorial: | {{{Editorial}}} |
Fecha | Febrero de 1957 de {{{Año}}} |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | Relato independiente |
Otros datos: | |
Saga: | Relato independiente |
Premios obtenidos: | No se le conocen |
Otros datos: | No hay otros datos |
Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | [{{{URL-3F}}} Ficha] |
ISFDB | [{{{URL-ISFDB}}} Ficha] |
Otras fuentes | {{{URL-OtrasFuentes}}} |
Notas: | |
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Philip K. Dick ({{{Año}}})
Philip K. Dick (1957)
El relato comienza con una breve escena en la que se nos muestra a un hombre regando y podando con mimo una planta de la que está naciendo a modo de fruto una nave espacial. Tras este sorprendente principio el relato cambia de escena y pasa al núcleo de la trama.
La historia tiene lugar en un escenario salpicado de paraquinéticos (P-Q). Ante la posibilidad de que éstos puedan transmitir sus poderes a sus descendientes y crear una creciente población con poderes psíquicos, se ha creado una Agencia encargada de vigilar a la población.
Una de las características de los P-Q es que siempre son hombres, las mujeres son inmunes a esta "enfermedad". Por esta razón, la Agencia está formada íntegramente por mujeres.
La historia se desata cuando un importante empresario recibe una citación para ser investigado. Éste huye y transmite a sus compañeros de finanzas (todos hombres) su preocupación por el creciente poder de la Agencia. Pero los demás empresarios no le apoyan; temen el poder de la Agencia, pero temen más a los P-Q. Sin embargo, prometen ayudarle si encuentra una alternativa a la Agencia que permita garantizar el control de los P-Q.
El final del relato es el que cabría esperar de un relato de Dick, por lo que no sorprenderá a los habituales del autor. Sin embargo, en esta ocasión Dick hace gala del notable sentido del humor con el que salpica a veces sus historias.
Hay que hacer notar también que, como en otros relatos, Dick expresa en este sus dudas acerca de la realidad. En concreto, muestra la dificultad para un P-Q de descubrir que lo es:
- "El P-Q lleva a la práctica sus delirios. Por lo tanto, en cierto sentido no son delirios..., a menos que puedas distanciarte y comparar su zona deformada con el mundo real. ¿Como puede hacer eso un P-Q? Carece de patrón objetivo. No puede distanciarse de sí mismo y la deformación le sigue a donde va."