Diferencia entre revisiones de «Immortel (ad vitam)»

Revisión de 16:13 19 ago 2017

Enki Bilal (2004)

Immortel (ad vitam) es una adaptación muy libre de la historia que el propio Enki Bilal plasmara en los dos primeros volúmenes de la Trilogía Nikopol, y especialmente de lo narrado en La mujer trampa (1986).

La trama:

La acción se nos presenta en el año 2095. Una pirámide de aspecto similar a las del antiguo Egipto ha aparecido flotando sobre la ciudad de Nueva York. En su interior, los antiguos dioses juzgan a Horus por rebelión y le condenan a muerte, dándole un plazo de siete días para descender a la Tierra, tiempo que el dios empleará en buscar un huésped humano compatible que el albergue el tiempo suficiente para procrear un descendiente.

Pero el Nueva York del futuro ha cambiado mucho. Central Park es una zona prohibida, denominada la "zona de intrusiones", de origen desconocido. A través de ella están llegando extraterrestres que a la población se le ha dicho que son en realidad mutantes. En las últimas décadas, la tecnología biomédica ha evolucionado enormemente gracias a lo aprendido de estos intrusos, y la población humana ha sido modificada de innumerables maneras. Por ello, Horus no será capaz de encontrar un huésped compatible, hasta que la fortuna le permite dar con Nikopol, un humano que lleva treinta años crionizado. Poseyendo a Nikopol, Horus iniciará la búsqueda de Jill, una mujer extraterrestre muy particular, de piel blanca y pelo y lágrimas azules, que no recuerda su pasado y que es la clave para que Horus pueda engendrar.

La película:

Inmortel es una de las primera películas que trabajaron con actores reales sobre un fondo digital, por lo que, como podría esperarse, nos encontramos ante la recreación tridimendional de los bizarros escenarios imaginados por Bilal en sus cómics. La escenografía es extraña por este motivo, y resulta en una mezcla entre fotorrealismo y expresionismo.

La descripción visual de la ciudad de Nueva York es sumamente original, y se nos presenta una ciudad abigarrada en sus estructuras y extremadamente diversa en sus gentes.

Esto y la posibilidad de reencontrarse con los carismáticos personajes ya vistos en el papel son las principales bazas de la película, que juega con un estilo narrativo completamente ajeno al cine convencional y que, por momentos, parece un experimento artístico antes que una producto seriamente interesado en la comercialización.

En su contra, la principal rémora para el pacto de ficción es la decisión de haber infografiado la apariencia de los personajes, con la notable excepción de Nikopol, Jill y de la doctora Elma Turner. Podría haber asumido como una concesión ineludible el que los personajes no humanos, como Horus y los diversos mutantes, fueran digitales, pero Bilal no se detuvo ahí y, a pesar de haber contado con el trabajo de actores reales, digitalizó cuerpos y rostros de todos ellos. El resultado es que el conjunto de secundarios carece de expresividad, ahondando en su carácter de personajes vacíos, clichés. Como ya se ha comentado, esto produce un efecto de extrañeza difícil de superar en el pacto de ficción, pero que introduce un elemento de refuerzo en al historia de los protagonistas, que son percibidos como los únicos reales.

En general, una obra interesante en lo visual, con una narrativa extraña, que profundiza en las ideas de Bilal y que agradará más a quienes ya eran fan de sus cómics que a quienes busquen una película convencional.

Premios:

Finalista:

• 2004: Premio de Cine Europeos a mejor actor a Thomas Kretschmann
• 2004: Premio de Cine Europeos a mejor actriz a Charlotte Rampling
• 2005: César (Francia) a mejor diseño de producción (decorados) a Jean-Pierre Fouillet