Diferencia entre revisiones de «Ex machina (Película)»
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− | En algunos momentos parece inevitable establecer paralelismos con [[Blade Runner]] (Ridley Scott, 1984), especialmente debido a algunas tomas centradas en el rostro y la expresión ambigua de Ava que parecen homenajes a la [[replicante]] Rachel. Pero el desarrollo de ambos personajes es totalmente opuesto, así como la aparente intención de sus directores. | + | En algunos momentos parece inevitable establecer paralelismos con ''[[Blade Runner]]'' (Ridley Scott, 1984), especialmente debido a algunas tomas centradas en el rostro y la expresión ambigua de Ava que parecen homenajes a la [[replicante]] Rachel. Pero el desarrollo de ambos personajes es totalmente opuesto, así como la aparente intención de sus directores. |
− | Ex Machina explora parcialmente el problema de si sería posible diferenciar una inteligencia humana de su perfecta imitación artificial (el problema de la computadora de ajedrez, como lo ejemplifican en la película). Y también propone la duda de si una máquina sería capaz de desarrollar sentimientos o de si, al menos, sería capaz de realizar una imitación tan perfecta de los mismos que el resultado fuera indistinguible. Pero mientras que la obra de Scott se detiene en este punto, Ex Machina, gracias a los diversos giros de guión, introduce y desecha otras posibilidades también muy interesantes, como la legitimidad de los sentimientos hacia las máquinas, el peso de la necesidad de relacionarse para el desarrollo de la volición y la autoconsciencia, la posibilidad de que el desarrollo de sentimientos sean inherentes o no a la inteligencia... | + | ''Ex Machina'' explora parcialmente el problema de si sería posible diferenciar una inteligencia humana de su perfecta imitación artificial (el problema de la computadora de ajedrez, como lo ejemplifican en la película). Y también propone la duda de si una máquina sería capaz de desarrollar sentimientos o de si, al menos, sería capaz de realizar una imitación tan perfecta de los mismos que el resultado fuera indistinguible. Pero mientras que la obra de Scott se detiene en este punto, ''Ex Machina'', gracias a los diversos giros de guión, introduce y desecha otras posibilidades también muy interesantes, como la legitimidad de los sentimientos hacia las máquinas, el peso de la necesidad de relacionarse para el desarrollo de la volición y la autoconsciencia, la posibilidad de que el desarrollo de sentimientos sean inherentes o no a la inteligencia... |
El final de la película deja totalmente abierto este debate, y el propio personaje de Ava no puede ser inequívocamente definido en muchos de estos aspectos. | El final de la película deja totalmente abierto este debate, y el propio personaje de Ava no puede ser inequívocamente definido en muchos de estos aspectos. |
Revisión de 11:00 28 feb 2016
- Nota: Este artículo se refiere a la película de Alex Garland. Para otros usos ver Ex Machina.
¡Atención, spoilers! |
Ex machina (Película) | |
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Ficha técnica | |
Título original: | Ex Machina |
Nacionalidad: | Reino Unido |
Estreno 1: | 21 de enero de 2015 |
Duración: | 108 min. |
Ficha artística | |
Dirección: | Alex Garland |
Guión: | Alex Garland |
Producción: | Productora: DNA Films, Film4 |
Fotografía: | Rob Hardy |
Música: | Geoff Barrow, Ben Salisbury |
Reparto: | Domhnall Gleeson, Oscar Isaac, Alicia Vikander, Sonoya Mizuno |
Información suplementaria | |
Otros datos: | |
Imdb: | Ficha en Imdb |
Notas: | |
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Alex Garland (2015)
Tabla de contenidos
Las premisas:
Caleb es un joven y prometedor programador de una empresa de informática (Bluebook, un trasunto de Google) que gana un premio para los empleados: pasar una semana en la mansión de Nathan, el presidente de la compañía.
Así, Caleb viaja hasta el recóndito paraje entre montañas y glaciares donde vive Nathan para descubrir que el premio es una excusa para llevarlo hasta allí; el verdadero objetivo de su visita es evaluar la humanidad (o no) de Ava, una inteligencia artificial creada por Nathan.
A lo largo del desarrollo del experimento Caleb empieza a desarrollar sentimientos hacia Ava, al tiempo que la figura de Nathan comienza a dibujarse como despótica y carente de empatía tanto hacia Ava como hacia Kyoko (quien se encarga de las tareas de la casa).
La película:
La película es minimalista: sólo cuatro actores (tres de facto), escenarios simples, de líneas sencillas y elegantes, y una idea: ¿Puede una inteligencia artificial ser consciente, tener sentimientos...? Y si así fuera, ¿la hace eso ser humana?
Sobre este tema la película parece jugar con un planteamiento habitual: Nathan, el creador de Ava, resulta no ser lo que Caleb espera: su comportamiento hacia Ava o Kyoko lo hace aparecer a ojos de Caleb (y del espectador) como alguien desagradable. Por otra parte, Ava aparece como inteligente, sensible, dulce... una personalidad atractiva con la que es fácil empatizar. De esta forma, la película parece plantear una situación típica: la del robot que es más humano que ciertas personas.
Sin embargo, al final, tras plantear estos roles estereotipados la película da un giro en el que las percepciones de Caleb se presentan como erróneas. En este sentido, la película es inteligente, dando una vuelta de tuerca a un argumento habitual en la ciencia ficción. Adicionalmente, el guión dosifica la información en cada momento; a veces de manera un tanto tramposa, cuando parece escamotear información sobre el propio protagonista, aunque principalmente recurre al recurso del narrador no confiable, lo que alimenta el suspense de la trama.
Visualmente, la película es elegante. Las localizaciones en el valle de Valldal, en Noruega, con su ejemplo de arquitectura integrada en el paisaje (el hotel paisaje Juvet, del estudio JSA), propician una atmósfera de aislamiento y sofisticación muy real, que se complementa con decorados interiores minimalistas, fáciles de ejecutar y que acrecientan la impresión de la riqueza del magnate, por la amplitud que sugieren. En cierta manera, el personaje de Nathan resulta inicialmente definido a través de su “guarida”, aislada del contacto humano pero con cualquier lujo a su disposición, desde la tecnología a los paisajes vírgenes.
Desde el punto de vista técnico la película está también bien realizada. Carece de duras escenas de acción que requieran espectaculares efectos especiales; sin embargo, el tratamiento digital de las imágenes está siempre presente en las escenas en que aparece Ava, con efectos simples pero bien logrados cuya función es servir de apoyo a la película (no al revés).
El trabajo de los actores, como es habitual en el cine británico, es también bueno, algo importante en una película que se apoya, sobre todo, en el diálogo y la interacción entre los personajes.
Ya sólo por esto, y al margen de géneros, Ex Machina resulta una película muy recomendable.
Especulación:
De igual manera, la película también resulta un material muy interesante para propiciar el debate en torno a la Inteligencia Artificial y las características que puede o debería tener.
En algunos momentos parece inevitable establecer paralelismos con Blade Runner (Ridley Scott, 1984), especialmente debido a algunas tomas centradas en el rostro y la expresión ambigua de Ava que parecen homenajes a la replicante Rachel. Pero el desarrollo de ambos personajes es totalmente opuesto, así como la aparente intención de sus directores.
Ex Machina explora parcialmente el problema de si sería posible diferenciar una inteligencia humana de su perfecta imitación artificial (el problema de la computadora de ajedrez, como lo ejemplifican en la película). Y también propone la duda de si una máquina sería capaz de desarrollar sentimientos o de si, al menos, sería capaz de realizar una imitación tan perfecta de los mismos que el resultado fuera indistinguible. Pero mientras que la obra de Scott se detiene en este punto, Ex Machina, gracias a los diversos giros de guión, introduce y desecha otras posibilidades también muy interesantes, como la legitimidad de los sentimientos hacia las máquinas, el peso de la necesidad de relacionarse para el desarrollo de la volición y la autoconsciencia, la posibilidad de que el desarrollo de sentimientos sean inherentes o no a la inteligencia...
El final de la película deja totalmente abierto este debate, y el propio personaje de Ava no puede ser inequívocamente definido en muchos de estos aspectos.
Así, aunque la película funciona muy bien como thriller psicológico, resulta también una pieza destacable por su propuesta intelectual.
Premios:
La película ha recibido cientos de nominaciones a diferentes premios, con un especial reconocimiento al trabajo actoral de la actriz que encarna a Ava, Alicia Vikander, y a la dirección de casi desconocido Alex Garland. A continuación, un resumen de los principales galardones: