Diferencia entre revisiones de «Los músicos»
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Última revisión de 16:26 11 oct 2021
Los músicos | |
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Autor: | Ray Bradbury |
Otros títulos: | |
Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | The Musicians |
Revista o libro: | Martian Chronicles |
Editorial: | Doubleday |
Fecha | Mayo de 1950 |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | Crónicas marcianas |
Otros datos: | |
Saga: | Crónicas marcianas |
Premios obtenidos: | |
Otros datos: | |
Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | Ficha |
ISFDB | Ficha |
Otras fuentes | |
Notas: | |
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Ray Bradbury (1950)
Los músicos es uno de los relatos que componen Crónicas marcianas, correspondiente a abril de 2003.
En cierta medida, se trata del epílogo de Aunque siga brillando la luna, historia correspondiente a junio de 2001, fecha en la cual Bradbury sitúa la llegada de la cuarta expedición, la primera exitosa y aquella que descubre que los marcianos han muerto todos de varicela.
En poco tiempo, la enfermedad les había consumido de tal forma que sus ciudades quedaron muertas, con los cuerpos convertidos en cenizas, abandonados en cualquier lugar.
Los músicos son los niños llegados con los primeros colonos, quizás los correspondientes a la ciudad fundada en el relato anterior, Intermedio. A pesar de que sus padres les advierten que no deben entrar en las ruinas marcianas, los niños acuden allí frecuentemente de excursión y juegan con los huesos y las cenizas de los marcianos, como si fueran xilófonos.
Un cuento extrañamente macabro en su temática y, sin embargo, relatado de tal forma que transmite el ambiente veraniego del campo del medio oeste americano. Una sensación ambigua, muy interesante, en la que el lector queda indeciso entre el horror por la falta de respeto y cierta complacencia ante la sencillez de la vida infantil.
Finalmente, el relato se decanta por la tristeza que supone el desprecio del tesoro cultural que podría ser ese Marte desdeñado por los colonizadores: en poco tiempo, los bomberos (insigne cuerpo) limpiarán esas cenizas como quien barre una casa, la diversión se acaba.