Diferencia entre revisiones de «Enemigos del Doctor»

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A lo largo de su historia, el Doctor (protagonista de la serie de televisión británica Doctor Who -1963-actualidad-) ha ido enfrentándose a toda una serie de enemigos. Sin embrago, algunos de estos son recurrentes, existiendo entre ambos un enfretamiento que, en ocasiones, se extiende a lo largo de siglos.

Daleks:

Los daleks son, sin duda, los mayores enemigos del doctor. Son seres organicos encerrados en el interior de unos cuerpos rígidos que algunos han definido como "similares a un salero".

Los daleks odian a todo aquel que no es dalek y su objetivo es exterminar a todas las demás formas de vida del Universo. Los Señores del tiempo (como el Doctor) se enfrentaron a allos siglos atrás en una guerra de magnitudes épicas que se saldó con la derrota de los daleks, pero en la cual fallecieron todos Señores del Tiempo excepto el Doctor.

Cybermen:

Los cybermen son ciborgs, criaturas robóticas de aspecto antropomorfo que, inicialmente, fueron humanas, peor a als que se ha despojado de todo sentimiento humano.

Su objetivo es convertir en cybermen a toda la humanidad, y su forma de actuar es fría y metódica, casi siempre encubierta dado que, a diferencia de otros seres, como los daleks, los cybermen existen en un número reducido.

Ángeles llorosos:

Los 'ángeles llorosos son uno de los enemigos más singulares del Doctor. Son estatuas de piedra con forma de ángel que tapan sus rostros con sus propias manos, como si estuvieran llorando. Esto es parte de su mecanismo de defensa: cuando alguien los mira, se convierten en piedra, por eso se tapan la cara: para no verse a sí mismo.

Sin embargo, cuando nadie los mira, son extramadamente rápidos y, al tocar a su víctima la mandan al pasado, robándole el tiempo que no ha vivido.

Sontaran:

Los sontaran son una raza guerrera de humanoides bajos y extremadamente fonidos. Su planeta de origen, Sontara, es mucho mayor y más denso que la Tierra y su alta gravedad explica la constitución de sus habitantes.

Los sontaran se reproducen por clonación y su sociedad, altamente militarista, se rige por un severo código de honor en el que el valor en el combate lo es todo, por lo que desprecian a todas las demás criaturas por su cobardía y debilidad.