Diferencia entre revisiones de «Reflejo condicionado»
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| Año= 1963 | | Año= 1963 | ||
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| Publicación= Noc księżycowa | | Publicación= Noc księżycowa | ||
| Editorial= Kraków: Wydawnictwo Literackie, coll | | Editorial= Kraków: Wydawnictwo Literackie, coll |
Revisión de 18:54 20 jun 2014
Reflejo condicionado | |
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Autor: | Stanislaw Lem |
Otros títulos: | |
Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | Odruch warunkowy |
Revista o libro: | Noc księżycowa |
Editorial: | Kraków: Wydawnictwo Literackie, coll |
Fecha | Fecha desconocida de 1963 |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | Relatos del piloto Pirx |
Otros datos: | |
Saga: | Saga del piloto Pirx |
Premios obtenidos: | |
Otros datos: | Ficha en ISFDB |
Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | [{{{URL-3F}}} Ficha] |
ISFDB | [{{{URL-ISFDB}}} Ficha] |
Otras fuentes | {{{URL-OtrasFuentes}}} |
Notas: | |
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Stanislaw Lem (1963)
Se trata de una historia sacada fuera del orden cronológico del resto de los relatos del piloto Pirx. Según indica Lem al inicio, la acción transcurre al final del cuarto curso como cadete. Las primeras páginas están dedicadas a describir alguna de las fechorías de Pirx por entonces: cómo consiguió engatusar a un profesor en un examen y cómo consiguió permanecer en privación sensorial durante siete horas, marca que le permite acceder al primer puesto de prácticas.
Las prácticas asignadas resultan ser en una estación de investigación en la cara oculta de la Luna. Unos meses atrás la estación fue escenario de un accidente de origen aún sin aclarar. Los dos miembros del personal asignado aparecieron muertos, uno en el fondo de un barranco cercano en el que había caído y el otro en la escalerilla de salida, con el visor roto. Al parecer, por motivos inexplicables, el primero se despistó del camino señalado y se adentró en plena noche lunar por terreno peligroso, sufrió el accidente y su compañero trató de acudir al rescate, sufriendo igualmente otro accidente.
Las causas de comportamiento tan anómalo no han sido descubiertas, pero como medida de precaución se ha optado porque a partir de ese momento el segundo miembro de la estación sea alguien con formación de piloto, mejor preparados psicológicamente para el espacio.
Pirx, aún un joven con la cabeza repleta de sueños de heroicos, parte a su destino de prácticas con la esperanza de ser él quien resuelva el misterio. Sin embargo, apunto de terminar las dos semanas de noche lunar, la rutina del lugar ya le ha colocado en su lugar. La última tarde, su compañero está encargado de preparar la cena y le toca a él cambiar la placas de exposición en el exterior de la estación.
Y en ese momento, comienza a repetirse la historia del accidente.
Lem, como siempre, presta gran atención a los detalles técnicos y científicos, así como a la psicología de los personajes, todo ello impecable e interesante. No obstante, la longitud del relato es muy superior al del resto de los contenidos en la antología, lo que se hace excesivo para una simple historia de suspense, en ciertos aspectos muy parecida a la ya contada en La patrulla.
Como recomendación al lector, la de leer este relato en su orden cronológico interno, es decir, después de La prueba. Tras las hermosas historias de La Albatros y de Terminus, este relato es demasiado frío como cierre del libro.