Diferencia entre revisiones de «El último día»
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Revisión de 10:08 1 abr 2014
El último día | |
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Autor: | Richard Matheson |
Otros títulos: | {{{Otros títulos}}} |
Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | The Last Day |
Revista o libro: | 'Amazing Stories' |
Editorial: | Ziff-Davis Publishing Company |
Fecha | Abril-mayo de 1953 de {{{Año}}} |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | 'Los mejores relatos de ciencia ficción (Mike Ashley)' |
Otros datos: | |
Saga: | No pertence a ninguna saga |
Premios obtenidos: | No se le conocen |
Otros datos: | No hay otros datos |
Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | [{{{URL-3F}}} Ficha] |
ISFDB | [{{{URL-ISFDB}}} Ficha] |
Otras fuentes | {{{URL-OtrasFuentes}}} |
Notas: | |
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Richard Matheson ({{{Año}}})
Richard Matheson (1953)
El relato es claro desde el principio: la Tierra va a ser destruida por un evento astronómico no especificado y se viven las últimas horas del planeta. Por supuesto, la gente ha desesperado y el caos y la histeria dominan unas calles en las que ya nadie se molesta en imponer el orden.
El relato comienza cuando el protagonista se despierta de una orgía de sexo y alcohol. Es consciente de que su madre quiere que pasen las últimas horas juntos, pero la relación entre ellos nunca ha sido buena debido a la religiosidad de ella. El protagonista no quiere pasar sus últimas horas rezando.
El relato describe la sensación de vaciedad tras la orgía, la última despedida del protagonista y su mejor amigo y la última comida familiar. El ritmo narrativo es fluido y tanto los personajes como sus relaciones creíbles.
Sorprende de él el tratamiento tan crudo que hace del sexo, algo inhabitual en la ciencia ficción de la década anterior y que demuestra ya una primera madurez del género y de su público (los adolescentes que compraban las revistas al comienzo de los años '40 son ya adultos que han visto o incluso vivido la Segunda Guerra Mundial, se han estremecidido ante el horror atómico de Hiroshima y Nagasaki y ven gestarse la guerra fría).
El relato recuerda a Luna inconstante de Larry Niven (1971), aunque en realidad el planteamiento y el final son bien distintos.